ZARAGOZA, 28 de junio. En un entorno marcado por la crisis ética en el ámbito político, Teresa Ladrero ha tomado las riendas del PSOE en Zaragoza con un fuerte compromiso por revitalizar las bases del partido. Su llegada se enmarca en un momento de reflexión tras las recientes acusaciones de corrupción que han afectado la credibilidad de los socialistas, y Ladrero no ha dudado en llamar a la acción para enfrentar este desafío con un ambicioso plan de "reconstrucción" que impulse la participación activa de los militantes y renueve el "pulso ideológico" del partido.

En su discurso inaugural, Ladrero, quien asumió el cargo con el respaldo abrumador de sus compañeros en el 10º Congreso Provincial celebrado en la capital aragonesa, dejó claro que las soluciones deben emerger desde las bases, comentando: "Si se ha perdido el norte en despachos lejanos, lo recuperaremos desde el contacto directo con la militancia". Junto a la secretaria general del PSOE Aragón, Pilar Alegría, ambas líderes fueron recibidas con calidez y energía por los asistentes, marcando un inicio esperanzador para su gestión.

Durante su intervención, Ladrero se enfrentó sin tapujos a la cuestión de la corrupción, describiéndola como "el veneno de la democracia". Reconoció el impacto negativo que estas situaciones generan en la percepción pública y en la confianza ciudadana, un dolor que afecta no solo su rol como líder, sino también su identidad como militante socialista. "Cada ataque a nuestro partido se siente como una herida personal", aseveró, apelando a la importancia de la integridad dentro de la esfera política.

La nueva secretaria general subrayó la necesidad de que cada miembro del partido se comprometa a actuar con honestidad. "Aquellos que no compartan estos valores, que se alejen del PSOE", enfatizó, argumentando que la corrupción de unos cuantos no puede oscurecer la dedicación y legitimidad del trabajo de miles de representantes locales que se esfuerzan por brindar un servicio sincero a la comunidad.

Frente a la corrupción, Ladrero propuso un enfoque audaz que incluya medidas drásticas como expulsiones, auditorías, y la reforma de la legislación de contratos para sancionar a empresas y figuras que se desvíen de la ética. También exigió la creación de oficinas antifraude y la eliminación de aforamientos, además de fortalecer los códigos de conducta para garantizar que estos principios sean reflejados incluso en la Constitución.

Criticando la falta de credibilidad del Partido Popular en materia de corrupción, Ladrero insistió en que el primer paso para recuperar la confianza es reconocer los errores y hacer un cambio significativo. "No se trata de limpiar superficialmente, sino de hacer una limpieza exhaustiva", argumentó, reafirmando que el PSOE no debe albergar actitudes que ensucien su legado.

La líder socialista instó a reactivar a la militancia, abriendo espacios de diálogo y consultas digitales para fomentar la interacción y la crítica constructiva, y así, involucrar a los miembros en la gobernanza del partido. Su discurso se enmarca en una visión de un PSOE que se adapte a los nuevos tiempos, recordando la importancia de la figura de Alfredo Rubalcaba en la transformación continua del partido.

Con la renovación de las estructuras internas ya en marcha, Ladrero se mostró decidida a impulsar un cambio político positivo en Aragón. Asimismo, no dudó en criticar al PP y su próximo congreso, sugiriendo que sus objetivos podrían desalentar los derechos fundamentales, como el derecho al aborto y el acceso a la atención sanitaria.

En un contexto donde los derechos y la memoria histórica están en juego, Ladrero reafirmó el compromiso del PSOE por defender a la ciudadanía y los derechos laborales, denunciando la "incompetencia" de los actuales gobernantes que han llevado a numerosos pueblos a la escasez de médicos.

El equipo directivo del PSOE Zaragoza ha sido conformado bajo la presidencia de Juan Antonio Sánchez Quero, quien junto a Ladrero y otros nuevos miembros liderará el impulso de una agenda social y política que busque abordar los desafíos más urgentes de la comunidad. La secretaria general se propone avanzar con una visión renovada hacia el futuro, enfocándose en una política más humana y cercana a la ciudadanía.