El 5 de mayo de 2025, la Cuenca del Ebro presenta cifras alentadoras en cuanto a reservas de agua embalsada, alcanzando un total de 6.923 hectómetros cúbicos, lo que equivale al 89 por ciento de su capacidad global. Esta información fue compartida recientemente por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
Para poner estos números en perspectiva, en la misma fecha del año anterior, 2024, las reservas eran significativamente menores, sumando 5.722 hectómetros cúbicos, lo que representaba solo el 73 por ciento de la capacidad. En comparación, el promedio de los últimos cinco años, que abarca desde 2020 hasta 2024, se sitúa en 5.800 hectómetros cúbicos, lo que equivale al 74 por ciento de la capacidad total. Cabe destacar que el año más crítico de esta quincena fue 2023, con una reserva que descendió a 4.198 hectómetros cúbicos, solamente un 54 por ciento de su capacidad.
Los datos actuales son esperanzadores, elevando los niveles de reservas más allá del promedio histórico y de lo que se había registrado en 2024, así como también superando el mínimo registrado el año anterior.
En la margen derecha de la cuenca, la situación también es positiva, con una reserva de 598 hectómetros cúbicos, que consituye el 88 por ciento de la máxima capacidad. Para ponerlo en contexto, en 2024 se contabilizó solo 360 hectómetros cúbicos, lo que significó un 53 por ciento de su capacidad. El promedio para los últimos cinco años evidencia una tendencia más prometedora, con 463 hectómetros cúbicos --un 68 por ciento--, pero con el mínimo de 360 hectómetros cúbicos registrado también en 2024.
Además, la capacidad de generación de energía hidroeléctrica en esta fecha es destacable, alcanzando los 3.700 gigavatios hora (GWh), lo que equivale a un impresionante 81 por ciento de la capacidad total de la cuenca, subrayando la importancia del agua en la producción de energía renovable y su crucial papel en un futuro más sostenible.
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