
La tragedia marcó a Villanueva de Gállego, una localidad en Zaragoza, donde un caso de violencia de género ha concluido con una sentencia contundente. El hombre culpable del asesinato de su ex esposa ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Zaragoza a una pena de 25 años y 9 meses de prisión, tras demostrar que cometió el delito con alevosía y ensañamiento. Además, enfrenta cargos por amenazas continuadas con la agravante de ser su pareja, quebrantamiento de condena y vejaciones injustas, lo que subraya la gravedad de sus acciones.
El tribunal no solo impuso una larga pena de prisión, sino que también estableció medidas accesorias significativas. Entre ellas se destaca la privación de la patria potestad sobre su hijo y la prohibición de acercarse a él y a la abuela materna, que se extenderá por un periodo de 30 años. Esta decisión busca proteger a las víctimas del entorno del condenado, reafirmando el compromiso del sistema judicial con la seguridad de los más vulnerables.
En la sentencia, la se establece que el autor del asesinato, identificado como Ángel, recibirá 23 años de cárcel por el asesinato de su ex pareja, con alevosía y ensañamiento, aunque se le ha otorgado una atenuante por haber confesado su crimen. A esta pena se le suman dos años y nueve meses por otros delitos relacionados con su comportamiento violento hacia su familia, lo que totaliza una condena de 25 años y 9 meses de prisión, dejando claro que la justicia no tolerará la violencia de género.
El magistrado que presidió el juicio ha determinado que se mantendrá la prisión provisional del condenado sin derecho a fianza hasta que la sentencia sea definitiva. Esto es un paso importante para garantizar que el acusado no represente un peligro mientras su apelación es revisada.
Además de las sanciones penales, el condenado también enfrentará medidas restrictivas. Por el delito de asesinato, se le prohibirá cualquier tipo de comunicación, ya sea de forma directa o indirecta, y se le impondrá la cerca de 500 metros respecto a su hijo y a la abuela materna por un período de 30 años. Estas medidas son esenciales para salvaguardar el bienestar emocional y físico de las víctimas que quedan atrás.
El tribunal impuso también una pena de 30 días de localización permanente por las vejaciones injustas, al mismo tiempo que se establecieron restricciones adicionales relacionadas con la comunicación y la proximidad hacia su hijo y la abuela materna por seis meses, reafirmando así la necesidad de proteger a las víctimas de posibles represalias.
La sentencia también incluye un dispositivo de libertad vigilada que deberá cumplir durante 10 años una vez que haya completado su tiempo en prisión. Además, se establece una indemnización considerable para su hijo, fijada en 200.000 euros, y para la abuela materna, que asciende a 71.415 euros, como parte del reconocimiento del sufrimiento infligido por el condenado.
Los hechos que llevaron a este juicio se produjeron el 3 de marzo de 2023, en el portal de la residencia del acusado, cuando su ex esposa se presentó para recoger a su hijo de solo 6 años para compartir un fin de semana familiar. Esta trágica historia no solo revela la brutalidad que puede existir en relaciones desestructuradas, sino que también resalta la urgencia de abordar la violencia de género en todas sus formas.
Finalmente, es importante señalar que contra esta contundente sentencia cabe la posibilidad de interponer un recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Aragón en un plazo de diez días, lo que podría prolongar el proceso judicial y la búsqueda de justicia en este doloroso caso.
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