ZeC denuncia el encarecimiento y la reducción de la calidad del servicio de autobuses en Zaragoza debido a la ampliación de frecuencias a 20 minutos.
En una reciente declaración, la portavoz del grupo municipal de Zaragoza en Común (ZeC), Elena Tomás, ha elevado su voz de crítica hacia las nuevas tarifas del servicio de autobús en la ciudad para el año 2025. Según Tomás, los usuarios se enfrentarán a un incremento significativo en los precios, mientras que la calidad del servicio se verá mermada con tiempos de espera que, en algunos casos, aumentan hasta 20 minutos.
En concreto, Tomás ha desglosado los nuevos precios: el abono mensual se incrementará de 22,5 euros a 28 euros, un aumento del 25,3 por ciento; el abono de tres meses pasará de 59 a 74,10 euros, mientras que el abono anual se eleva de 202 euros a 254,25 euros. Asimismo, la tarjeta ciudadana aumentará de 0,45 a 0,54 euros, lo que representa un incremento del 20 por ciento.
A pesar de los anuncios de que los autobuses serán gratuitos para los menores de 15 años, Tomás cuestiona esta medida, señalando que el coste adicional recaerá sobre los aproximadamente 300.000 ciudadanos que utilizan el transporte público, en lugar de ser asumido por el Ayuntamiento.
Adicionalmente, en la época estival, el servicio se verá perjudicado por una modificación en las frecuencias que lleva a tiempos de espera considerablemente más largos. Por ejemplo, la línea 22 tendrá esperas que podrían superar los 11 minutos, mientras que la línea 29 podría tener esperas de más de 14 minutos, lo que representa un aumento de un 56 por ciento. Otras líneas como la 41 también reflejarán un aumento alarmante, con esperas que podrían llegar a 21 minutos.
Los efectos de estas modificaciones no solo se limitarán a los días laborables, ya que durante los fines de semana y festivos se prevén tiempos de espera aún más prolongados. En particular, la línea 21 podría tener frecuencias de más de 19 minutos, y la línea 31 podría superar los 22 minutos de espera. Tomás advierte que la generalización de estos aumentos en la espera afectará a todas las líneas que ya han sufrido recortes en su servicio.
La portavoz de ZeC no dudó en señalar que el plan del gobierno de la alcaldesa Natalia Chueca parece conducir a una evidente contradicción: se pagará más por un servicio que, además, se vuelve menos accesible. Tomás argumenta que para que Zaragoza brille, es fundamental que los servicios públicos, en especial el transporte, sean eficientes y de calidad.
Además, la situación del servicio de autobuses es preocupante. Tomás recordó que el pasado 10 de junio, 52 autobuses no pudieron operar por falta de mantenimiento. Más recientemente, el 30 de junio, alrededor de 80 vehículos tenían informes de avería, lo que pone de manifiesto una grave crisis en el sistema de transporte urbano de la ciudad. La portavoz opina que esta situación es inaceptable, considerando que el servicio recibe financiamiento tanto del gobierno central como de fondos europeos.
Por último, Tomás denunció que la antigüedad de los autobuses en circulación ha alcanzado niveles preocupantes, con vehículos de hasta 19 años en las calles. Al recordar su gestión anterior, enfatizó que durante su gobierno se prohibió la utilización de autobuses tan viejos, en contraste con la política actual que, según ella, ha permitido que circulen cada vez más vehículos obsoletos, deteriorando tanto el mantenimiento como la frecuencia del servicio, mientras los costos aumentan.
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