24h Aragón.

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Productores agrarios de Aragón piden medidas urgentes para enfrentar los daños causados por la fauna salvaje.

Productores agrarios de Aragón piden medidas urgentes para enfrentar los daños causados por la fauna salvaje.

ZARAGOZA, 30 de mayo.

Una multitud de profesionales del sector agroganadero ha salido a las calles de Zaragoza este viernes, alzando la voz para demandar una respuesta inmediata de las autoridades tanto del Gobierno aragonés como de la Administración central. Su protesta se centra en los severos daños que diversas especies de fauna silvestre, a las que definen como "fuera de control", están infligiendo a sus explotaciones.

Organizaciones como ARAGA, ASAJA, UAGA-COAG, UPA, y otros grupos que defienden la agricultura sostenible, se han unido en esta marcha que comenzó en los jardines del Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, y culminó en la Delegación del Gobierno en la emblemática plaza del Pilar. A través de esta acción, buscan poner de relieve un problema que consideran de larga data y para el cual las actuales medidas de control han demostrado ser ineficaces.

Las cifras son alarmantes: más de 100.000 hectáreas de cultivos han sufrido daños, afectando a cientos de explotaciones ganaderas y apícolas, con un total de 140 municipios involucrados. Las pérdidas económicas derivadas se estima que superan los 45 millones de euros anuales, según han indicado los organizadores de la manifestación.

Los testimonios de los agricultores reflejan una realidad devastadora, donde los campos han quedado arrasados y otros cultivos, como las cepas de viñedo y los tallos de trigo, no logran desarrollarse adecuadamente debido a la presión de la fauna. Estas condiciones han llevado al presidente de ARAGA, Federico Lorente, a expresar su desánimo ante la moral de un sector que “está por los suelos” tras más de diez años de constantes ataques.

El Secretario General de ASAJA Aragón, Ramón Solanilla, añadió su preocupación al comentar que resulta desgastante tener que renunciar a cultivar tierras debido a la influencia de especies cinegéticas que afectan directamente su producción.

José María Alcubierre, Secretario General de UAGA-COAG, describió la situación como un “acoso total” que enfrenta el campo, critican las trabas que diferentes niveles de gobierno ponen para solucionar lo que consideran un problema persistente, expresando su frustración ante la falta de respuestas efectivas y la constante transferencia de responsabilidades entre administraciones.

La complejidad de la situación ha sido subrayada por José Manuel Roche, secretario de UPA en Aragón, quien advirtió que muchas explotaciones están siendo abandonadas y que sin importar las circunstancias climáticas, los daños por la fauna continúan incrementándose dramáticamente.

El descontrol de las poblaciones de conejos, que originó la creación de PAIDAS, la plataforma que aboga por un enfoque sostenible en la agricultura, ha llevado a los agricultores a modificar sus prácticas de cultivo para adaptarse a esta realidad. Raúl Lorente, su secretario general, destacó que mientras algunas variedades de cereales son devoradas, se ven obligados a cambiar a triticales que, aunque menos apetecibles para estos animales, no ofrecen un rendimiento satisfactorio.

Además, Solanilla (ASAJA Aragón) enfatizó los riesgos para la salud pública, mencionando que estas especies pueden ser portadoras de enfermedades que amenazan no solo al ganado, sino al sector cárnico español, en el que Aragón juega un papel crucial a nivel nacional y europeo.

Desde el sector agroganadero también ha resurgido un sentimiento de desamparo, denunciando que mientras que en las ciudades se gestionan plagas de ratas y palomas, en el ámbito rural se les priva de las herramientas necesarias para controlar la fauna, complicando aún más la subsistencia, especialmente en las explotaciones familiares en áreas deprimidas de Aragón.

El descontento no solo se limita a la fauna silvestre; otros problemas como la caída de precios y la ineficacia de la PAC como red de seguridad también agravan la situación. Ante esta preocupación, Roche demandó que las soluciones propuestas anteriormente, que han demostrado no ser efectivas, sean revisadas y se trabaje en un enfoque más integral para manejar las plagas.

Las exigencias del sector no buscan erradicar las especies en cuestión, sino establecer un control que permita una convivencia pacífica. Se están proponiendo medidas de control, incluyendo la flexibilización de permisos de caza y la investigación de métodos alternativos, como la introducción de biocidas y el uso de técnicas más adaptadas a la situación actual.

Federico Lorente (ARAGA) también sugirió la implementación de mecanismos que protejan las infraestructuras agrícolas de la invasión de fauna y el uso de tecnología avanzada, como vallados eléctricos y localizadores GPS, para controlar a los grandes depredadores.

Alcubierre (UAGA-COAG) instó al Gobierno de Aragón a tomar medidas contundentes, especialmente en la caza del conejo, y a reevaluar su gestión frente a la coexistencia del lobo y el oso con la ganadería extensiva, además de buscar soluciones acerca de la problemática de la avispa asiática, priorizando siempre el bienestar de quienes dependen de estas actividades.

Finalmente, la situación de la ganadería extensiva, especialmente en el Pirineo, fue abordada por José Luis Castell, presidente de la plataforma contra la presencia del oso y el lobo en Aragón. Aclaró que su objetivo no es la eliminación de estas especies, sino el reconocimiento de su impacto negativo en la ganadería extensiva, un modelo de explotación que enfrenta graves dificultades frente a esta creciente presión.

Castell también recordó que la industria ovina está en declive y alertó sobre la falta de relevo generacional, poniendo de manifiesto que la continuidad del sector depende no solo de la resolución de estos conflictos, sino de un apoyo decidido hacia la actividad agrícola y ganadera que ha forjado la identidad de Aragón.