
En Zaragoza, las empresas continúan enfrentando dificultades para contratar personal debido a la escasez de perfiles profesionales adecuados. Esta problemática se suma al aumento de los costes laborales, los incrementos impositivos y la subida de los precios de la energía y materias primas. A pesar de que los riesgos asociados a los tipos de interés y la inflación se están moderando, la undécima Encuesta de Competitividad realizada por CEOE Aragón, su Consejo Empresarial e Ibercaja destaca la preocupación de las empresas aragonesas sobre cómo estos factores impactarán en la economía en los próximos meses.
El presidente de CEOE Aragón, Miguel Marzo, enfatiza que la principal preocupación de las empresas en la región es la dificultad para contratar personal, ya que la demanda de mano de obra supera la oferta en todos los sectores de actividad. Además, señala que los aumentos de los costes impositivos y socialaborales están afectando los márgenes empresariales, reduciendo la capacidad de inversión.
Por otro lado, el director de Asesoría Fiscal de Ibercaja, Juan Linares, indica que la carga impositiva es una de las principales preocupaciones de las empresas en Aragón, ya que enfrentan una presión fiscal mayor que en la Zona Euro, lo que afecta negativamente a su competitividad.
En cuanto a la situación global, la mayoría de las empresas creen que la situación en Aragón se mantendrá estable en comparación con el semestre anterior, mientras que en España perciben un empeoramiento. Las perspectivas sobre el mercado laboral han empeorado tanto en Aragón como en España, convirtiéndose en el factor peor valorado.
En términos de innovación y nuevas tecnologías, calidad institucional y condiciones de vida, la percepción mejora para Aragón pero empeora para España. La percepción de precios e infraestructuras se mantiene estable en la Comunidad Autónoma pero empeora para el país en general.
Las empresas en Aragón tienen como prioridades mejorar la eficiencia del gasto público, implementar medidas para abordar la escasez de mano de obra y simplificar la burocracia, entre otras cuestiones. También buscan reducir impuestos y cotizaciones sociales, promover la digitalización y fomentar la I+D+i, así como medidas contra la inflación.
En resumen, el índice sintético de competitividad en Aragón es de 57,30 sobre 100, mientras que a nivel nacional se sitúa en 46,56, lo que refleja el trabajo que aún queda por hacer para mejorar la competitividad de las empresas en la región y en el país en su conjunto.
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