El Gobierno de Aragón ha logrado controlar el incendio forestal que se desató en una parcela agrícola en Batea, Tarragona, y que ha arrasado unas 550 hectáreas en Nonaspe y Fabara, en Zaragoza.
La causa del fuego, que comenzó el sábado 11 de mayo a las 15.19 horas, parece estar relacionada con una quema de restos vegetales que no cumplía con las medidas de prevención obligatorias, según Agents Rurals.
El Ejecutivo aragonés ha destacado que, aunque las temperaturas no son extremadamente altas en esta temporada, la sequía en la zona oriental de la comunidad ha provocado que la vegetación tenga niveles muy bajos de humedad, facilitando la propagación de incendios.
El mayor impacto se ha dado en zonas de pinar y monte bajo, así como en algunas parcelas agrícolas y en una granja sin animales. Afortunadamente, no ha sido necesario evacuar a ninguna persona.
Los medios del operativo de Extinción de Incendios Forestales de Aragón (INFOAR) se mantendrán en la zona afectada hasta el lunes, incluyendo dos cuadrillas terrestres, dos autobombas y un director de Extinción.
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