El cardenal Omella insta a la colaboración ciudadana en la lucha contra los abusos sexuales

ZARAGOZA, 25 Nov. - El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha llamado a la sociedad a unirse a la Iglesia para combatir, en la medida de lo posible, la "lacra" de los abusos sexuales.

Omella hizo estas declaraciones el sábado en Zaragoza, donde participó en el III Encuentro de Laicos de Aragón. Estas declaraciones se producen después de que el viernes el secretario general y portavoz de la CEE, Francisco César García Magán, anunciara que los obispos han aprobado por unanimidad iniciar un proceso de trabajo para desarrollar un Plan de reparación integral de las víctimas de abusos sexuales, que incluirá indemnizaciones económicas tanto para las víctimas con sentencia judicial como para aquellas sin ella.

En relación a este documento, Omella explicó que aún se están definiendo los puntos de acción y su desarrollo, pero subrayó que ya se ha tomado la decisión de trabajar en esa dirección.

Por otro lado, el presidente de la CEE lamentó la "extrapolación" de los datos del Informe sobre abusos sexuales en la Iglesia Católica y el papel de las autoridades públicas, presentado por el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, el pasado 8 de noviembre.

Omella argumentó que Narciso Michavila, presidente de GAD3, la empresa de investigación encargada de realizar la encuesta publicada en el informe del Defensor del Pueblo, también "no comprende cómo se ha hecho esa extrapolación", lo que demuestra, según Omella, que se ha producido "por algún objetivo que desconozco, pero los datos no son precisos".

En cuanto a la reacción de la Iglesia y la sociedad ante los abusos sexuales, Omella señaló que ambas tardaron en reconocer la magnitud del problema porque solían considerar estos casos como un pecado que podía ser perdonado, evitando cualquier contacto. Comparó esto con la forma en que se trataban los casos de abusos en escuelas o con médicos, con el fin de "ocultar el escándalo".

El cardenal Juan José Omella también mencionó un cambio social "importante" que también afecta a la Iglesia, recordando que en el pasado, las familias de las víctimas "a menudo no querían admitirlo debido a la vergüenza que sentían".

"Lo importante no es admitir nuestros errores, que los hemos cometido, sino que estamos corrigiendo el rumbo y tomando medidas para erradicar este problema tanto en la Iglesia como en la sociedad", concluyó.

Además, el cardenal Omella instó a contabilizar las denuncias verificadas para obtener una cifra precisa. Lamentó que el tema de los abusos sexuales sea demasiado importante como para jugar con él.

Añadió que lo que realmente importa son las personas y no las cifras, ya que incluso si hubiera solo un caso, "todos deberíamos preocuparnos". También enfatizó que el problema de los abusos sexuales está presente en todos los ámbitos de la sociedad.

"La Iglesia debe trabajar para erradicar esta lacra de los abusos sexuales en la medida de lo posible, pero la sociedad también debe hacerlo en la dirección que le corresponda", exigió. Aseguró que tanto la sociedad como los eclesiásticos son conscientes de este problema en la actualidad.