24h Aragón.

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Bermúdez de Castro reconoce que la desazón ciudadana influyó en la movilización de la UME tras tres días de inundaciones.

Bermúdez de Castro reconoce que la desazón ciudadana influyó en la movilización de la UME tras tres días de inundaciones.

ZARAGOZA, 17 de junio. El consejero de Hacienda, Interior y Administración Pública, Roberto Bermúdez de Castro, ha informado que inicialmente el Gobierno de Aragón consideró que podría manejar la crisis provocada por las tormentas del pasado viernes en 12 municipios de Zaragoza y Teruel con sus propios recursos. Sin embargo, tras evaluar el impacto de los fenómenos meteorológicos y percibir el malestar de la población, el ejecutivo aragonés optó este lunes, tres días después de la emergencia, por declarar el nivel 2 de alerta y solicitar la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

En una conferencia de prensa centrada en la situación de los municipios golpeados por las tormentas, el consejero defendió la labor de los responsables de emergencias en la región, aclarando que sus decisiones se basan en criterios técnicos y no en intereses políticos. Según Bermúdez de Castro, se llegó a la conclusión de que en las primeras horas podían atender las necesidades esenciales, como salud, suministro de agua, luz y alimentación, lo cual se logró restablecer rápidamente en todos los lugares afectados.

Sin embargo, el consejero subrayó que una vez realizada la evaluación, se constató la gravedad de los daños en infraestructuras y la necesidad urgente de limpiar las localidades para restaurar la normalidad, lo que llevó a decidir la activación de la UME. Este recurso, según él, representa una solución efectiva en situaciones de emergencia.

El consejero también destacó que las inundaciones ocurrieron justo al iniciar la campaña de incendios forestales, lo que limitó la posibilidad de enviar brigadas de respuesta a las localidades afectadas sin comprometer las labores de prevención del fuego. Por ello, la decisión de contar con la UME se tomó buscando el bienestar general de la población.

Bermúdez de Castro recordó que, de no encontrarse en plena temporada de incendios, podrían haber aprendido de experiencias anteriores y desplegar más de las 70 brigadas forestales disponibles. Sin embargo, en esta ocasión, solo pueden destinar 15 brigadas, el máximo permitido sin comprometer la capacidad de respuesta ante posibles incendios en la región.

En cuanto al tiempo de respuesta, el consejero se mostró satisfecho al indicar que se habían tomado decisiones en un plazo de 72 horas, resaltando que no se han registrado víctimas mortales a raíz de las tormentas, aunque sí hubo preocupación por el paradero de dos personas.

Asimismo, Bermúdez de Castro reiteró que se realizaron avisos a los municipios desde la fase de alerta, que fue de nivel naranja, señalando que la anticipación fue adecuada. A pesar de que reconoce que siempre hay margen para mejorar, defendió el funcionamiento eficaz de los servicios de emergencia, dirigidos por profesionales altamente capacitados, afirmando que no se trata de un asunto partidista.