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Azuara enfrenta la devastación: residentes lamentan la pérdida total.

Azuara enfrenta la devastación: residentes lamentan la pérdida total.

El viernes 13 de junio, la localidad de Azuara, en Zaragoza, vivió una devastadora tormenta que desbordó el río Cámaras, inundando gran parte del municipio. A tres días del desastre, los vecinos siguen evaluando los estragos que ha dejado el agua y el lodo en sus hogares. Pedro, uno de los afectados, expresa su frustración: "No se ha salvado nada. Este lugar es inhabitable ahora". En esa trágica jornada, además de sufrir daños severos en su vivienda, perdió a uno de sus dos gatos.

Azuara ha sido uno de los focos más afectados, junto a otras localidades de la provincia de Zaragoza, que han enfrentado la furia de lluvias torrenciales y granizo en los últimos días. La Comarca del Campo de Belchite y la provincia de Teruel también han reportado serios daños a consecuencia de estas inclemencias climáticas.

Con el agua alcanzando casi metro y medio de altura en su casa, Pedro cuenta cómo su planta baja quedó "destrozada". En una conversación con Europa Press, ha mostrado el nivel del barro que, aunque ya fue retirado, ha dejado todo en un estado irreparable. "No hemos podido salvar nada. Todo lo que había aquí está arruinado", lamenta, aunque ha comenzado a acumular algunos objetos en un intento por ver si se pueden recuperar.

Según su relato, la inundación no fue gradual, sino un torrente implacable que llegó de repente, como un "tsunami". Se encontraba en la planta baja justo cuando el agua comenzó a entrar, y a pesar de haber cerrado una puerta como medida de protección, no pudieron evitar que el agua subiera por las escaleras. Afortunadamente, lograron refugiarse en el tejado, donde escucharon a sus vecinos pidiendo ayuda en medio de la oscuridad y el caos.

A pesar de que su primera planta no sufrió daños significativos, el refugio en el tejado se convirtió en una necesidad. Con el río descendiendo pero la lluvia sin cesar, la situación era crítica. Describiendo el ambiente, Pedro comenta que casi no podían ver a sus vecinos debido a la falta de luz, pero sus gritos de socorro resonaban en el aire.

Pedro también comparte la historia angustiante de su cuñado, que vive en un chalé que fue arrastrado por la tormenta. Este hombre, que es tetrapléjico, pudo escapar gracias a un vecino que lo rescató con la pala de su tractor. "Si hubiera estado en su silla de ruedas, probablemente no lo habría contado", reflexiona. Afortunadamente, estaba acostado sobre un colchón flotante cuando la tormenta golpeó su hogar.