
ZARAGOZA, 6 de mayo. En una emotiva ceremonia en el Palacio de La Aljafería, el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, negó este martes que se pueda aceptar el papel de aquellos que intentan justificar el cruel pasado de ETA en el contexto político actual. Su discurso se enmarcó en el Homenaje a la Palabra, dedicado a la memoria de Manuel Giménez Abad, quien fue víctima del terrorismo el 6 de mayo de 2001.
Durante su discurso, Azcón enfatizó la importancia de reconocer y honrar a las víctimas sin dar espacio a la legitimación de quienes perpetuaron el dolor. A su juicio, es una injusticia hacia aquellos que sufrieron que se les niegue el reconocimiento moral que merecen, mientras que se brinda poder político a aquellos que han defendido las ideas de violencia y asesinato.
Al conmemorar el 24 aniversario del asesinato de Giménez Abad, el presidente resaltó que este acto no solo fue una agresión contra un individuo, sino un ataque a la democracia y a los principios de convivencia pacífica. Azcón destacó que el legado de Giménez Abad, un servidor público con un profundo compromiso hacia su comunidad, sigue vivo y es un símbolo de resistencia contra el terrorismo.
En su intervención, subrayó las cualidades que hicieron de Giménez Abad una figura respetada y apreciada, tanto en Aragón como más allá de sus límites políticos. Destacó su rigor intelectual y su dedicación a los valores democráticos, afirmando que su futuro prometedor fue truncado por un acto de injusticia que pretendía sembrar miedo en la sociedad.
“Recordamos hoy que, aunque intentaron silenciarlo, no podrán borrar su memoria ni las ideas que defendió”, afirmó Azcón, subrayando que la sociedad española ha demostrado, con dignidad, que se puede superar el terrorismo a través del respeto a las instituciones y al Estado de Derecho. “Su memoria es sinónimo de justicia y verdad”, añadió.
El presidente hizo un llamado a no permitir que el olvido se instale en las narrativas del pasado. Mencionó otros actos terroristas en la región y enfatizó la necesidad de mantener viva la memoria histórica para honrar a las víctimas y a quienes lucharon contra la violencia en todas sus formas. Este recordatorio es fundamental para evitar cualquier tipo de blanqueo de los perpetradores de esos crímenes.
Además, Azcón denunció los 421 eventos planificados para alabar el terrorismo de ETA en el próximo año y calificó esta situación como aterradora e inaceptable en una democracia. “La exaltación del terrorismo no puede tener cabida en un estado que defiende la justicia y los derechos humanos”, recalcó, insistiendo en la importancia de defender el legado de las víctimas con hechos y no solo con palabras.
“Es nuestro deber como sociedad ofrecer una narrativa clara y honesta acerca de lo que realmente sucedió”, continuó, lamentando que aún persisten crímenes sin resolver que alimentan el sufrimiento de las familias afectadas. Azcón expresó su preocupación por la impunidad y la necesidad de que cada acto delictivo reciba la justicia que merece.
El presidente instó a estar alertas, recordando que el terrorismo no ha desaparecido por completo y que sus ecos aún resuenan en la vida política actual. “Debemos permanecer firmes y comprometidos con los valores democráticos que Manuel Giménez Abad defendió”, concluyó, enfatizando que su memoria es un faro que guía la lucha hacia una sociedad más justa y pacífica.
Para finalizar su intervención, Azcón reconoció la labor de la Fundación Manuel Giménez Abad, destacando su independencia y su defensa de los valores democráticos, que son fundamentales para la cohesión social en Aragón y más allá.
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