
HUESCA, 20 de junio.
La Dirección General de Medio Natural, Caza y Pesca del Gobierno de Aragón ha hecho un anuncio histórico: ha nacido el primer osezno en la región después de más de 50 años. Esta cría es producto de la osa Claverina, que fue liberada en 2018 en el Valle de Aspe por las autoridades francesas, y ha sido avistada recientemente en el pintoresco Valle de Hecho, en Huesca.
Al mismo tiempo que se celebra este significativo incremento en la población de osos en los Pirineos, el Gobierno de Aragón está tomando medidas proactivas para armonizar la conservación de la biodiversidad con el desarrollo económico sostenible de la zona. Hasta el momento, la inversión en estas iniciativas supera los 300.000 euros.
La presencia de Claverina y su osezno en el Parque Natural de los Valles Occidentales representa un paso importante para fortalecer la población de osos en la región. Este suceso es un indicativo de la consolidación de la subpoblación occidental de osos en los Pirineos, una signatura positiva para la especie.
Hasta ahora, Claverina no había tenido la oportunidad de interactuar con machos reproductores. Su reciente reproducción es un indicativo de que la población de osos está en expansión en los últimos años, un signo esperanzador para su futuro.
El nacimiento del osezno ocurre durante el periodo de hibernación de la madre, entre enero y febrero. Las crías son ciegas y sin pelaje al nacer, pesando entre 300 y 500 gramos. Su periodo de lactancia se extiende de tres a cuatro meses, aunque por lo general permanecen al lado de su madre durante uno o dos años. Las osas suelen tener camadas cada dos o tres años.
Actualmente, se ha contabilizado un total de seis osos en el Parque Natural de los Valles Occidentales, entre los que se incluyen tres machos de cuatro años, un macho de dos años, una hembra adulta y el osezno de Claverina.
A nivel transfronterizo, la población de osos en el Pirineo Occidental ya suma diez individuos. Sin embargo, el año 2024 ha trajo desafíos, registrándose 33 ataques confirmados en los Valles Occidentales, con un saldo trágico de 46 animales perdidos (44 ovejas y 2 cabras).
El Gobierno de Aragón ha hecho frente a esta situación con un desembolso de 22.431,75 euros en indemnizaciones. En lo que va del año, se han reportado cuatro ataques en la zona de Ansó, resultando en la muerte de 6 ovejas.
Para equilibrar la protección de esta especie en peligro con las actividades ganaderas y la vida cotidiana en los municipios pirenaicos, se ha creado la Mesa del Oso, un espacio de diálogo que incluye a ganaderos, autoridades locales y otros grupos sociales. Su propósito es encontrar soluciones que minimicen el impacto negativo de los osos en la ganadería local.
Las primeras acciones fruto de este diálogo incluyen la implementación de un vallado doble para proteger rebaños en el puerto de Segarra, ya en funcionamiento; una caseta de vigilancia que será instalada en ese mismo puerto; y la contratación de dos pastores que se encargarán de la vigilancia de los rebaños en el Valle de Hecho. Esta última acción se coordinará a través de TRAGSA y se prevé su inicio para principios de julio.
Otras iniciativas que se están llevando a cabo incluyen la reparación de casetas para los pastores, mejoras en las vías de acceso a los puertos mediante colaboración con los equipos del Parque Natural, y la construcción de una nueva pista en Calveira (Ansó) que conectará con Navarra y está actualmente en proceso. Además, se están evaluando nuevas rutas de acceso en áreas con restricciones normativas, buscando siempre alternativas viables que beneficien tanto a la naturaleza como a las comunidades locales.
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