Aragón anticipa una cosecha de 630.000 toneladas de fruta de hueso, un crecimiento del 3,5% respecto al año anterior.

El 23 de mayo, en Zaragoza, se anuncia que Aragón se prepara para una fructífera temporada, con la expectativa de cosechar aproximadamente 630,000 toneladas de fruta de hueso, lo que representa un aumento del 3.5% respecto a 2024. Esta proyección optimista se debe a las mejores reservas de agua y proviene de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA-COAG), que anticipa una campaña tardía, condicionada por la primavera lluviosa pero que promete calidad en los frutos. Este año, se prevé la necesidad de contratar alrededor de 20,000 temporeros, de los cuales 12,000 se destinarán a labores de campo y 7,000 se encargarán de la logística y almacenamiento.
Las cifras son alentadoras, especialmente en lo que respecta al melocotón y la nectarina, cuya producción aumentará un 6.09% y un 8.22% respectivamente, alcanzando las 240,000 y 160,000 toneladas. Sin embargo, desde UAGA advierten que no todos los tipos de melocotón han tenido el mismo desarrollo; mientras que las variedades paraguaya y amarilla muestran un buen cuajado, el melocotón rojo ha sufrido un menor cuajado en comparación con el año anterior, lo que ha requeridos esfuerzos adicionales en labores de aclareo para asegurar la calidad de los frutos restantes.
En relación al albaricoque, se prevé una caída del 23.25% en la producción, que se situará en aproximadamente 27,000 toneladas, un impacto que se atribuye a las inclemencias del tiempo y que afecta especialmente a las variedades tempranas. A su vez, las expectativas para la ciruela son de 49,000 toneladas, mientras que el panorama para la cereza, símbolo de la producción aragonesa, se estima en un rango de entre 31,000 y 35,000 toneladas, lo que implica una reducción del 8.46% debido a parecidas razones climáticas.
Por otro lado, las cosechas de manzana y pera podrían ser más favorables, con 60,000 toneladas proyectadas para cada una. No obstante, es importante señalar que la producción en Aragón sigue lejos de los 300 millones de kilos alcanzados en años anteriores. Un factor preocupante que afecta a esta agricultura es la reducción del 24% en la superficie plantada, un fenómeno relacionado con la proliferación de fondos de inversión que desmantelan estructuras agrícolas familiares, comprometiendo así la soberanía alimentaria en la región.
UAGA también advierte sobre la situación actual de la producción de peras y manzanas, que se caracterizan por su facilidad de transporte y capacidad para competir con productos procedentes de otras partes de Europa. Sin embargo, esto también da lugar a un aumento de la dependencia de frutas importadas debido a la escasez de fitosanitarios en el territorio nacional, lo que resulta en una competencia desleal para los productores locales. Esta situación ha llevado a un descontento en el sector, ya que la falta de trabajo en invierno ha llevado a cierres de algunas centrales en localidades como Calatayud y La Almunia.
Óscar Moret, secretario provincial de UAGA Huesca, subraya el potencial que Aragón tiene en el contexto europeo. Comparando la producción de fruta de hueso, resalta que este año, Francia alcanzará 104 millones de kilos, mientras que Aragón producirá cuatro veces esa cifra, en un contexto en el que otros países europeos enfrentan desafíos significativos, como el alto coste de mano de obra y la falta de fitosanitarios eficaces.
Además, se observa que la producción de frutas se está trasladando a áreas más cálidas del sur de Europa, donde países como Grecia, que compiten directamente con España, han visto drásticos descensos en sus cosechas. Informe reciente indica que Italia, otro competidor, ha visto una caída del 20% en su producción de albaricoque, lo que coloca a España en una posición favorable, al mantener una producción estimada en 136 millones de kilos, con un ligero crecimiento del 1%.
En cuanto al melocotón y la nectarina, su producción en Aragón se alza en un contexto europeo donde se registra una disminución general. Con Grecia produciendo 607 millones de kilos, Moret estima que la calidad y seguridad alimentaria en Aragón son superiores, contribuyendo al estatus de la comunidad como una de las principales productoras del país, a pesar de la reducida superficie cultivada.
Con datos de la PAC 2024 que indican que la superficie dedicada a frutales asciende a 35,741.14 hectáreas, el sector comienza la campaña a finales de abril. Los trabajadores temporales han comenzado a incorporarse, aunque lo que se requiere son condiciones adecuadas de alojamiento, algo que se ha abordado en localidades como Tamarite de Litera, donde se ofrece un albergue municipal para facilitar la llegada de estos trabajadores.
Por último, UAGA-COAG ha expresado la necesidad urgente de reformar el sistema de seguros agrarios, lanzando un llamado a aumentar la financiación destinada a este fin y asegurando que las coberturas sean más accesibles. La coordinación en la cadena alimentaria también es crítica, pidiendo medidas para evitar la especulación y asegurar que los precios de los productos se alineen con la realidad de las cosechas. En un panorama cada vez más controlado por los fondos de inversión, es crucial mantener un enfoque que favorezca la agricultura social, preservando la esencia de la producción familiar en Aragón.
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