En Huesca, la tensión política ha escalado tras las fuertes críticas del Grupo Municipal de Vox hacia el gobierno del Partido Popular, denunciando lo que consideran un "nuevo ataque fiscal" contra los ciudadanos. Según su análisis, este incremento en la presión impositiva ha traído consigo "más impuestos, más abandono y menos atención a la ciudad", centrando su reproche en la figura de la alcaldesa Lorena Orduna.

Los representantes de Vox sostienen que la única estrategia que ha adoptado el PP para manejar la ciudad es la de subir las tasas, lo que se traduce en un Huesca cada vez más descuidada y triste. "Los ciudadanos están pagando más y recibiendo menos a cambio", afirmaron, denunciando la falta de mejoras en los servicios públicos.

Entre las medidas que se han propuesto, destacan una subida del 5% en la tarifa de agua, un aumento del 2,7% en la tasa de basuras —sumado al ya considerable incremento del año pasado— y una serie de aumentos similares en las instalaciones deportivas. Mientras tanto, acusan al Ayuntamiento de no realizar las inversiones necesarias en mantenimiento y de permitir que los barrios se deterioren.

En cuanto a la supuesta reducción de impuestos que el PP celebra, Vox señala que se trata de la eliminación del impuesto de Plusvalía municipal, el cual principalmente afectaba a los patrimonios más altos. Sin embargo, sostienen que esta medida no representa un alivio para las familias trabajadoras, los jóvenes o los autónomos, a quienes realmente les cuesta llegar a fin de mes.

Además, el grupo político señala que el Ayuntamiento arrastra un "grave problema de gestión", evidenciado por la acumulación de remanentes presupuestarios récord año tras año. Esto, a su juicio, revela la incapacidad del gobierno local de transformar la recaudación impositiva en mejoras tangibles para la comunidad.

En ese contexto, Vox argumenta que, si el Ayuntamiento no es capaz de utilizar correctamente los recursos presupuestados, lo razonable sería aliviar la carga fiscal a los ciudadanos, en lugar de imponer nuevas subidas de tarifas.

El estado actual de la ciudad también ha sido objeto de su crítica, señalando que "Huesca se deteriora mientras el PP continúa con esta política de exprimir a los vecinos". Problemas como aceras en mal estado, calles sucias y zonas verdes descuidadas se han vuelto el pan de cada día, mientras que la alcaldesa Orduna continúa implementando aumentos en las tarifas.

Frente a este panorama, Vox se encuentra en proceso de desarrollar una ambiciosa serie de propuestas fiscales orientadas a reducir la carga impositiva y apoyar a familias, jóvenes y trabajadores en la ciudad.

El mensaje final de Vox es claro: "Queremos una Huesca viva, que incentive a quienes quieren invertir, trabajar y establecerse aquí. No aceptamos que se castigue a aquellos que cumplen con sus obligaciones, mientras el PP gobierna a base de aumentos impositivos. Estamos del lado de los oscenses que están cansados de pagar más por recibir menos".