ZARAGOZA, 21 de abril. La Audiencia Provincial de Zaragoza ha dictado una condena de 25 años de prisión para la madre de un bebé fallecido, cuyo cuerpo fue descubierto en febrero de 2024 cerca del Caixaforum en la capital aragonesa. La mujer ha sido hallada culpable del asesinato de su hijo, con circunstancias que han influido en su sentencia, como su confesión y el hecho de ser la progenitora del menor.

Además de la pena de prisión, la madre deberá indemnizar al padre del bebé con la suma de 90.000 euros por concepto de daño moral. La sentencia también incluye una medida adicional de libertad vigilada que se extenderá por cinco años tras el cumplimiento de su condena, según los detalles que ha compartido Europa Press.

La acusada, procedente de León y sin antecedentes delictivos hasta este caso, se encontraba en prisión provisional mientras se desarrollaba el proceso judicial.

El juicio tuvo lugar entre el 31 de marzo y el 7 de abril. Durante el mismo, el Ministerio Fiscal inicialmente solicitó la pena de prisión permanente revisable, pero posteriormente modificó su solicitud ante la existencia de la atenuante de confesión. La acusación particular, que representa al padre del niño, se unió a esta petición, demandando una pena de 26 años, mientras que la defensa, que reconoció la culpabilidad por asesinato, solicitó 25 años.

El tribunal ha llegado a la conclusión de que la madre asfixió a su hijo, que había nacido un año antes, aplicándole un cojín sobre la cara en un intervalo que se estima entre las 13:30 y las 17:30 horas del 23 de febrero de 2024.

Posteriormente, transportó el cadáver en un coche de paseo hacia un parque ubicado detrás del edificio Caixaforum, donde se sentó en un banco. Al observar que no había transeúntes, ocultó el cuerpo del bebé entre un banco de cemento y una valla metálica, en un lugar de acceso complicado y poco visible, y se retiró después con el carrito vacío.

En la madrugada del 24 de febrero, el padre del bebé denunció la desaparición de su pareja y del hijo que compartían. La mañana siguiente, la madre contactó al número de emergencias, proporcionando información confusa y contradictoria sobre su situación y la de su bebé, lo que condujo a las autoridades al lugar donde había dejado el cadáver del niño.

Una vez que la Policía encontró el cuerpo sin vida del bebé, detuvieron a la madre, quien, al ser informada de sus derechos, confesó haber asfixiado a su hijo con un cojín.