ZARAGOZA, 21 de abril. La comunidad católica aragonesa se ha unido en un sentido homenaje al Papa Francisco, fallecido recientemente, al tocar las campanas en señal de luto y poner las banderas a media asta en todas las Diócesis de la región.

Las Diócesis involucradas – Barbastro-Monzón, Huesca, Jaca, Tarazona, Teruel y Albarracín, además de Zaragoza – han seguido el protocolo habitual en situaciones de duelo, reflejando el impacto de la pérdida en la comunidad religiosa.

Este lunes por la mañana, el arzobispo de Zaragoza, monseñor Carlos Escribano, se dirigió a la Basílica de El Pilar para llevar a cabo una ceremonia de oración en memoria del Papa. Durante el culto, Escribano resaltó la dedicación del pontífice a su misión, subrayando la riqueza espiritual que Francisco proporcionó a la Iglesia y llamando a elevar plegarias para su descanso eterno.

El arzobispo expresó un sentimiento de cercanía y apoyo a Francisco, enfatizando cómo la Archidiócesis siempre ha estado "muy unida" al Santo Padre. Su llamado a la comunidad fue claro: orar por el legado que dejó y el impacto positivo que tuvo en la Iglesia y en la sociedad.

A la ceremonia se unieron numerosos feligreses deseosos de rendir homenaje y recordar la figura del Papa Francisco. En el corazón de Zaragoza, la Basílica de El Pilar sirvió como escenario para que la comunidad católica se reuniera en un acto de espiritualidad compartida.

Por su parte, representantes de la Diócesis de Zaragoza indicaron que las decisiones respecto a ceremonias adicionales dependen de las directrices que lleguen desde Roma. Aclararon que aún no se pueden llevar a cabo misas en su memoria hasta que se realicen las conmemoraciones oficiales en la capital italiana.

En este contexto de dolor, la comunidad católica de Zaragoza se ha reunido no solo para recordar la vida del Papa, sino también para encontrar consuelo y esperanza en la fe compartida, elevando sus oraciones a quien consideran un líder espiritual significativo en tiempos de cambio y desafío.