En una emocionante entrega cultural, Zaragoza se prepara para recibir la emblemática producción de "El Cascanueces" del Royal Ballet, que se proyectará este jueves en la sala Cervantes. Este evento no solo es un regalo para la ciudad aragonesa, sino que también se extiende a más de un centenar de salas a lo largo y ancho de España, y a 1.200 pantallas en 40 países alrededor del mundo.
Esta versión cautivadora de "El Cascanueces" fue creada en 1984 específicamente para el Royal Ballet y revive la mágica esencia del ballet clásico. La coreografía está basada en la original de Lev Ivanov, mientras que la partitura vibrante es obra del renombrado compositor ruso Pyotr Ilyich Chaikovski. Además, el diseño visual lleva la firma de Julia Trevelyan Oman, aportando un toque estético que inmortaliza la belleza del mundo del ballet.
Con una duración que supera las dos horas, incluyendo un intermedio, la obra promete ser una "experiencia visual y sonora" que atrae la atención de personas de todas las edades. La proyección, filmada durante una función en vivo en el prestigioso Royal Opera House de Londres, cuenta con un elenco excepcional formado por bailarines destacados, como Sophie Allnatt en el papel de Clara, Leo Dixon como El Cascanueces, Anna Rose O'Sullivan como El Hada de Azúcar y Marcelino Sambé interpretando al Príncipe.
La dirección musical corre a cargo de Andrew Litton, quien, acompañado por la Orquesta de la Royal Opera House, se embarca en el viaje de sumergir al espectador en un universo mágico, donde la fantasía y el amor danzan en la misma melodía. La trama nos lleva a la casa de los Stahlbaum, una familia alemana en el siglo XIX, que celebra con entusiasmo una animada fiesta navideña, decorada con un esplendor cautivador que da vida a los adornos auténticos que ordinariamente decoran el hogar.
A lo largo de la narrativa, el público podrá vivir la vibrante confrontación con el Rey Ratón y sumergirse en las danzas en el maravilloso Reino de los Dulces. Esta aventura está impregnada de emoción, fantasía y los destellos de un primer amor que resuenan en cada paso de baile.
Entre las escenas más memorables se encuentra el delicado 'pas de deux' del Hada de Azúcar y su príncipe, que sella la fuerza de la tradición del ballet clásico mientras añade un nuevo matiz conmovedor a la relación entre Clara y El Cascanueces, profundizando en su conexión emocional.
La puesta en escena está inspirada en las obras de Marius Petipa y el cuento de Hoffman, una fusión que refleja la rica tradición y la calidad que distinguen al ballet en el contexto británico. Bajo la dirección de Kevin O'Hare, la compañía se esfuerza por mantener un equilibrio entre el respeto por los clásicos del siglo XIX y las audaces innovaciones contemporáneas, llevando a "El Cascanueces" a nuevas y emocionantes alturas.
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