
La situación de los animales abandonados en la provincia de Zaragoza pone de manifiesto una creciente necesidad de atención y adopción, como ha evidenciado el centro de protección animal de la Diputación de Zaragoza (DPZ) en su informe de actividad del año 2024. Durante este periodo, se han recogido un total de 207 perros sin hogar que vagaban por diferentes municipios de la provincia, lo que representa un aumento notable respecto a los 181 perros recogidos en 2023. Estos animales fueron llevados a las instalaciones de Movera para recibir la atención necesaria.
La tendencia de adopciones también ha mostrado un progreso positivo, al incrementarse de 140 adopciones en 2023 a 193 en 2024. Cabe destacar que la mayoría de los nuevos dueños han sido ciudadanos aragoneses, seguidos de un número significativo de adoptantes provenientes de Cataluña. Este aumento en las adopciones refleja un creciente compromiso de la comunidad hacia la protección de los animales y el fomento de la responsabilidad en la tenencia de mascotas.
El diputado delegado del centro de protección animal, Miguel Sanz, ha resaltado la importancia de la colaboración con más de 50 protectoras de animales en toda España y en países europeos como Francia y Alemania. Esta cooperación facilita el intercambio comunicativo y, a su vez, acelera el proceso de adopción. Sin embargo, José Abarca, veterinario responsable, ha señalado que las adopciones internacionales han experimentado cambios significativos; estas variaciones se atribuyen tanto a la guerra en Ucrania como al impacto de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Abarca ha añadido que el ritmo de adopciones hacia Alemania ha disminuido, ya que este país ahora se enfoca más en acoger a perros que son abandonados en Ucrania. Además, la Brexit ha hecho que la adopción de animales desde el Reino Unido sea menos viable debido a las fluctuaciones en la moneda y a las restricciones cambiantes.
Sanz ha enfatizado que la adopción de estos perros es completamente gratuita, lo que forma parte de un esfuerzo por promover un compromiso serio y responsable hacia la adopción de animales. Para garantizar el bienestar de las mascotas, el proceso de adopción incluye requisitos legales que aseguran que los animales reciban los cuidados, vacunas y atenciones necesarias antes de encontrar un nuevo hogar.
La Diputación de Zaragoza asigna anualmente un presupuesto específico para el cuidado y la recogida de perros sin dueño, que incluye aquellos decomisados por el Seprona y el Gobierno de Aragón. Para el presupuesto del próximo año 2025, se ha proyectado una inversión de 880.000 euros destinada a la gestión del servicio de rescate y cuidado de estos animales, lo que subraya el compromiso institucional hacia la protección animal.
Desde su creación en 1994, el centro de protección animal de la DPZ se ha establecido como una respuesta activa ante el problema de salud pública que conllevan los perros vagabundos. Dado que muchos municipios carecen de los recursos necesarios para afrontar esta problemática, la Diputación implementó un convenio marco que incluye prácticamente todas las localidades de la provincia, con excepción de la capital, que tiene su propio sistema de recogida.
Las únicas entidades con la autoridad para solicitar la retirada de animales abandonados son los ayuntamientos. Cuando el centro recibe un aviso sobre un perro abandonado, se desplaza a las instalaciones de Movera. Si el animal cuenta con el chip de identificación, se inicia una búsqueda del dueño que involucra a la administración local que realizó el aviso.
En caso de que no se logre contactar al propietario tras agotar todos los plazos, el perro pasa a formar parte de la atención proporcionada por la Diputación. Una vez bajo su cuidado, se aseguran de que el animal reciba tratamiento para cualquier enfermedad o herida, así como desparasitaciones y vacunas necesarias. Además, se somete a un proceso de socialización, que asegura que aquellos perros que tengan dificultades en su comportamiento sean educados adecuadamente.
La institución aplica un sistema denominado "semáforo" para clasificar el estado de los perros. Un perro será anunciado como adoptable únicamente cuando alcance la fase verde, lo que significa que cumple con todos los requisitos de salud y socialización. En la fase roja, los perros no son adoptables, mientras que aquellos en fase naranja deben recibir formación específica.
Es importante señalar que, aunque los perros siempre son vacunados, particularmente se tiene en cuenta que la inmunidad tarda algún tiempo en desarrollarse. En el caso de que un perro sea adoptado antes de que se complete este proceso, el veterinario encargado se asegura de informar a los nuevos adoptantes sobre la necesidad de esperar un par de días para garantizar el bienestar completo del animal antes de llevarlo a su nuevo hogar.
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