Badiola pronostica que la gripe aviar disminuirá en tres semanas sin impactar la cadena alimentaria.
ZARAGOZA, 10 de noviembre. El catedrático emérito de Salud Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, ha pronosticado una disminución de los casos de gripe aviar en España en un plazo de dos a tres semanas. Esta optimista afirmación se basa en la migración de aves, que, tras su paso por la península ibérica, se dirigirán hacia África, lo que, según Badiola, significa que la situación se estabilizará pronto.
Badiola, quien ha comenzado a asesorar al Gobierno de Aragón sobre este tema, ha calificado de seguras las prácticas de consumo de huevos y carne de ave, asegurando que no habrá impactos en la cadena alimentaria. Estas declaraciones llegan justo en un momento en que el Ministerio de Agricultura ha impuesto nuevas restricciones para prevenir la propagación del virus, tales como la prohibición de la cría de aves de corral al aire libre en áreas de mayor riesgo.
Las recientes medidas del Ministerio, ya implementadas en comunidades como Aragón y Madrid, son una respuesta a la alarmante detección de 139 focos de influenza aviar en la Unión Europea, de los cuales 14 se han registrado en España. En Valladolid, cinco brotes han llevado a sacrificar a dos millones de aves para contener la crisis.
El profesor Badiola ha detallado que el virus H5N1, responsable de la gripe aviar, es transportado principalmente por aves acuáticas. La prioridad actual es prevenir su entrada en las granjas, evitando así que las aves silvestres, especialmente las migratorias, contagien a las aves de corral y, en última instancia, a aquellos que trabajan con ellas.
El catedrático ha respaldado las medidas de contención adoptadas y ha asegurado que estas son adecuadas a las circunstancias actuales. No obstante, ha hecho un llamado a los criadores particulares de aves a encerrar sus animales para evitar cualquier contacto con especies silvestres, aunque ha enfatizado que esta situación será transitoria.
Badiola considera que el momento crítico ya ha pasado y que la tendencia será a la baja en las infecciones, ya que el número de aves migratorias que frecuentan el territorio disminuirá en las próximas semanas. Además, ha comentado que las aves enfermas no vuelan, lo que contribuye a una reducción en la propagación del virus.
Aparte de los brotes en granjas, se han reportado casos en áreas naturales, como las Tablas de Daimiel y la Laguna de Gallocanta, así como un pavo real en Madrid. Sin embargo, el experto se siente menos alarmado respecto al regreso de las aves migratorias al norte de Europa, ya que considera que su retorno plantea un menor riesgo de infecciones.
Una de las principales razones de la mayor vulnerabilidad en otoño se debe a que las aves, tras la temporada de cría en Escandinavia, pueden promover un "efecto multiplicador" al establecer nidos próximos entre sí. Badiola ha señalado que el clima favorable ha retrasado la migración, lo que puede ser un factor en la mayor incidencia de brotes este año.
A pesar de las preocupaciones sobre la gripe aviar y su carácter altamente contagioso entre las aves, Badiola ha subrayado que la transmisión a humanos no es común. Para que esto ocurra, deben darse circunstancias específicas de contacto directo entre un ave infectada y una persona, algo que es poco probable en la vida cotidiana.
El catedrático ha insistido en que, aunque el virus es contagioso y agresivo para las aves, no se ha documentado transmisión entre humanos, lo cual sería un indicativo alarmante de la posibilidad de una pandemia. En este sentido, la industria avícola mantiene un riguroso protocolo de seguridad: en caso de brote en una granja, se implementan medidas severas de bioseguridad, incluyendo el sacrificio de los animales afectados y una limpieza profunda del lugar.
Badiola ha resaltado que Europa presenta el mayor nivel de seguridad alimentaria a nivel global, lo que agrega un nivel de confianza para los consumidores. Además, ha explicado que el virus H5N1 es "muy termolábil", lo que significa que no resiste altas temperaturas, asegurando que la correcta cocción de los productos avícolas elimina el riesgo de contaminación.
Por último, Badiola ha puesto de relieve que, aunque el H5N1 sigue siendo una preocupación para la salud pública debido a su capacidad de mutación y recombinación, el futuro de la gripe aviar debería ser tomado en cuenta con responsabilidad, ya que este tipo de virus ha sido el causante de pandemias en el pasado y el riesgo de que una situación similar vuelva a ocurrir sigue presente.
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