ZARAGOZA, 7 de noviembre. En un gesto de solidaridad y apoyo ante la catástrofe natural, Aragón ha decidido ampliar su asistencia a la Comunidad Valenciana, que ha sido gravemente afectada por la DANA. Aunque la atención principal sigue centrada en Catarroja, una localidad de 30.000 habitantes, la ayuda aragonesa también se extiende a Algemesí, un municipio cercano con unos 25.000 residentes, que igualmente ha sufrido las consecuencias de este fenómeno meteorológico.

Las autoridades valencianas han expresado su agradecimiento al Gobierno de Aragón por su labor, ya que es la única comunidad autónoma que ha tomado las riendas de los servicios de emergencia en el área desde el pasado sábado, 2 de noviembre. En este contexto, se ha solicitado específicamente apoyo para la retirada de vehículos en Algemesí, los cuales están obstaculizando las labores de saneamiento urbano y añadiendo complicaciones a la situación ya crítica en la localidad.

Para hacer frente a esta emergencia, bajo la coordinación de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Aragón ha dispuesto una dotación de bomberos de la Diputación Provincial de Teruel para dirigir sus esfuerzos en Algemesí, así como recursos de SARGA. Este despliegue incluye no solo una autobomba, sino también tractoristas que aportarán maquinaria agrícola, todo ello en apoyo a las acciones ya iniciadas para mitigar los efectos de la DANA en la región.

Además, el Gobierno de Aragón ha tomado la iniciativa de contratar empresas externas que se encargarán de ayudar en la limpieza y desatasco del alcantarillado de Algemesí. Mientras tanto, el Puesto de Mando Avanzado permanece en Catarroja, donde se están llevando a cabo tareas de desescombro, limpieza, atención sanitaria y asistencia psicológica, apoyadas por casi 300 efectivos provenientes de SARGA, O61, Protección Civil, cuerpos de bomberos de diversas instituciones y policías locales del territorio aragonés.

En Catarroja, la intensificación de los trabajos de desescombro es evidente, con planes claros para continuar con la limpieza de calles que, gracias a la respuesta rápida, ya han comenzado a ser transitables. Sin embargo, el foco sigue en la remoción de los lodos finos, una tarea crucial para restaurar la normalidad y garantizar la seguridad de los ciudadanos afectados por esta adversidad climática.