El 13 de noviembre, las Cortes de Aragón dieron un paso significativo al considerar una proposición de ley promovida por Vox, la cual busca proteger y valorar los olivos y olivares monumentales de la región. Esta iniciativa recibió el respaldo de PSOE, Vox y A-TE, mientras que CHA e IU optaron por la abstención. En contraste, el PP, Podemos y PAR se manifestaron en contra.
El portavoz adjunto de Vox, Santiago Morón, defendió la importancia histórica y ecológica de los olivos, afirmando que estos árboles han formado parte del paisaje aragonés durante milenios, contribuyendo a la biodiversidad de la región. Según Morón, el olivar representa aproximadamente el 21% de la superficie de cultivos leñosos en Aragón, y su existencia tiene un impacto directo en la economía local y la dieta mediterránea.
Morón destacó además que las almazaras en Aragón no son solo fuentes de empleo, sino que también juegan un papel crucial en el desarrollo social y económico de las comunidades rurales, ayudando a contrarrestar la despoblación de la zona. Expresó que los olivos son auténticos "testigos de nuestra historia" y que su belleza y significado hacen necesaria su conservación para las generaciones futuras.
Sin embargo, el diputado expresó su preocupación por la explotación de estos árboles, señalando que muchos son desarraigados de su entorno para ser utilizados como adornos en hoteles o residencias privadas, lo que considera un grave atentado contra el patrimonio natural. También mencionó que la transición energética está acelerando esta problemática, ya que la falta de protección efectiva del suelo agrícola fomenta una colonización que pone en peligro los olivares.
Morón advirtió sobre el problema que se está gestando en otras regiones, donde los fondos de inversión están desmantelando olivos para instalar instalaciones de energías renovables, lo que ha llevado a la tala de cientos de miles de olivos en provincias como Jaén y Granada. La propuesta de Vox incluye medidas para la protección de estructuras arquitectónicas relacionadas con la historia del cultivo del olivo y para salvaguardar los olivares monumentales.
La iniciativa contempla la creación de un catálogo de olivos y olivares de relevancia cultural y detalla medidas para asegurar su conservación. También incluye restricciones sobre la instalación de publicidad que pueda afectar la estética de estos árboles. Sin embargo, el debate en torno a la ley ha sido muy intenso, con críticas de diversos grupos sobre el impacto que podría tener en la propiedad privada.
Desde el PP, Ana Marín cuestionó la originalidad de la proposición y sugirió que Vox estaba imitando propuestas del PSOE, mientras que Marcel Iglesias, portavoz de Agricultura del PSOE, consideró sorprendente que Vox adoptara una ley que, según él, se asemeja a la presentada por el PSC en Cataluña. Iglesias también hizo un llamado a considerar la importancia cultural del olivo en la historia mediterránea.
En contraposición, José Luis Soro, representante de CHA, argumentó que la propuesta de Vox es, en esencia, un plagio de la legislación catalana y defendió la necesidad de salvaguardar el patrimonio agrícola de Aragón. Por su parte, Pilar Buj, portavoz de Aragón-Teruel Existe, reflexionó sobre la relevancia de cada olivo como parte del legado cultural de la región, enfatizando iniciativas como el Proyecto Oliveras Centenarias que buscan proteger estos árboles históricos.
Desde Podemos, Andoni Corrales insinuó que Vox estaba comenzando a mirar hacia el independentismo, ya que Cataluña había aprobado una legislación similar. Finalmente, Álvaro Sanz de IU y Alberto Izquierdo del PAR también expresaron sus reservas, sugiriendo que la iniciativa podría afectar la propiedad privada y que, aunque reconocieron algunos aspectos valiosos, consideraron que la propuesta no era completamente oportuna.
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