
El trágico incidente en la residencia de Villafranca de Ebro, en Zaragoza, ha dejado una profunda huella en la comunidad, evidenciando la fragilidad de los espacios destinados al cuidado de nuestros mayores. En el último episodio de esta lamentable historia, uno de los afectados ha recibido el alta, mientras que otro interno permanece en estado grave en la UCI. Este siniestro, que tuvo lugar en la madrugada del viernes, se ha saldado con la dolorosa pérdida de diez vidas.
El paciente que ha logrado salir del hospital está programado para ser trasladado a la residencia Vitalia de Huesca, donde se encuentran los demás residentes que fueron evacuados tras el incendio. Este desplazamiento, previsto para la tarde de hoy, ha sido comunicado por fuentes del Gobierno de Aragón a Europa Press, lo que subraya la necesidad de garantizar la continuidad y estabilidad para los afectados tras la tragedia.
Lo alarmante es que la residencia Jardines de Villafranca contaba con 69 internos al momento del incidente; una cifra que, lamentablemente, queda por debajo de su capacidad total de 72, ya que uno de los usuarios se encontraba hospitalizado. De estos residentes, 32 estaban bajo convenio con el Gobierno de Aragón, con 15 de ellos en condiciones de tutela, lo que resalta la importancia de un sistema que proteja a los más vulnerables.
A los 57 residentes que sobrevivieron al siniestro se les llevó a la nueva residencia Vitalia de Huesca, donde se asegura la atención continua por parte del personal que ya les brindaba cuidados anteriores. Este traslado es un alivio en medio de la tragedia, ofreciendo un entorno seguro tras el devastador evento.
La investigación sobre las causas del incendio está siendo llevada a cabo por la Guardia Civil, que ha movilizado a un equipo especializado en investigación de incendios desde Logroño. Este esfuerzo resalta la necesidad de un análisis riguroso para prevenir tragedias similares en el futuro en instalaciones que albergan a personas con necesidades especiales.
El incendio, que se originó en una habitación de la residencia, se produjo alrededor de las 04:57 horas del viernes, y los primeros informes indican que diez residentes perdieron la vida mientras otros dos fueron hospitalizados debido a la gravedad de sus heridas. Las autoridades han destacado la colaboración de dos trabajadoras del centro y vecinos, quienes se encargaron de la evacuación de los internos en medio de una situación altamente peligrosa.
Al lugar del siniestro acudieron 25 valientes bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza, equipados con vehículos como tres tanques, una autoescala, una ambulancia y un puesto de mando avanzado. Estos héroes trabajaron incansablemente para controlar las llamas, haciendo uso de un autobús y otros vehículos auxiliares adicionales mientras se desarrollaba la situación crítica.
Finalmente, los profesionales del cuerpo de bomberos lograron extinguir el fuego después de aproximadamente una hora. Sin embargo, al entrar a la habitación afectada, encontraron los cuerpos sin vida de varios residentes, cuyas muertes fueron atribuidas a la inhalación de humo. Es crucial mencionar que la habitación contaba con una puerta cortafuegos, lo que podría haber limitado la propagación de las llamas, aunque no pudo evitar el desenlace fatídico en esta tragedia humana.
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