
En Zaragoza, el 17 de julio, se ha generado una ola de preocupación entre los responsables del sector agroalimentario tras el anuncio de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, sobre la reducción del 20% de los fondos europeos destinados a la Política Agraria Común (PAC). Javier Rincón, consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, ha calificado esta medida como "totalmente inasumible".
En una convocatoria a la prensa, Rincón dejó claro que esta reestructuración de los fondos, que pasa de 380.000 a 300.000 millones de euros, representa una amenaza significativa no solo para los más de 33.000 agricultores y ganaderos aragoneses, sino también para la cohesión territorial y la seguridad alimentaria en la región. Además, la sostenibilidad económica del entorno agroalimentario se vería igualmente comprometida por estos recortes.
El consejero subrayó la importancia crítica del sector agrícola en Europa, especialmente en estos tiempos de inestabilidad geopolítica. "La PAC no debe sacrificarse en el altar de otras prioridades políticas. Si de verdad Europa necesita recortar su presupuesto, estos ajustes deben hacerse de forma selectiva y siempre protegiendo a los más vulnerables en la cadena alimentaria: los profesionales del campo", reclamó Rincón.
El reto para los agricultores es considerable, ya que, como explicó el consejero, su labor conlleva una carga significativa de regulaciones y burocracia, y ahora se verán además privadados de fondos vitales, lo que podría poner en riesgo la viabilidad del sector agroalimentario en Aragón.
Los datos son alarmantes: el Gobierno de Aragón recibe anualmente entre 530 y 550 millones de euros de la PAC y la reducción propuesta podría traducirse en pérdidas de entre 105 y 110 millones de euros. "Esto sería una verdadera tragedia para el sector", aseveró Rincón.
Más allá de los pagos básicos, la PAC incluye líneas estratégicas cruciales para la comunidad, como la incorporación de jóvenes agricultores y la modernización de explotaciones. La reducción de estos fondos tendría un impacto devastador y debilitante, según el consejero.
Desde mayo, el Departamento de Agricultura ya había expresado su preocupación mediante un escrito a la Comisión Europea en relación al nuevo Marco Financiero Plurianual, destacando la necesidad de mantener un presupuesto adecuado. Sin embargo, Rincón se mostró pesimista sobre los avances en esta cuestión, señalando que "la situación ha ido en sentido contrario". Esta problemática ahora será discutida en una Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural, que se solicitará urgentemente al ministro Luis Planas, quien también reconoció la gravedad de la situación para la agricultura española.
Rincón recordó que la PAC siempre ha sido un pilar fundamental en la política agraria europea, asegurando un mercado común y compensaciones para los productores. "Si eso se desmorona, cada país se enfrentará a su propia crisis, y España, que es el segundo mayor receptor de fondos agrícolas tras Francia, no será una excepción", argumentó.
El consejero sentenció que "no es aceptable que el sector agrario y alimentario pague las consecuencias de circunstancias geopolíticas, que son complejas, pero que siempre recaen sobre nosotros".
Desde el Departamento se enfatiza que "la soberanía alimentaria de Europa no debe comprometerse. Recortar la PAC es amenazar nuestra capacidad para producir alimentos localmente, lo que nos haría más dependientes de terceros países y nos arrebataría una autonomía que ha requerido tanto esfuerzo consolidar. No tiene sentido exigir a los agricultores europeos mantener los más altos estándares de sostenibilidad mientras se les niega el apoyo necesario para su supervivencia".
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