En Zaragoza, el panorama deportivo del Real Zaragoza ha generado inquietud en las altas esferas políticas, especialmente tras la reciente derrota ante la Cultural Leonesa, que ha dejado al equipo al borde del descenso a la Primera Federación. Tanto el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, como la alcaldesa de la capital aragonesa, Natalia Chueca, expresaron su preocupación, aunque también compartieron entusiasmo por la construcción del nuevo estadio, el Ibercaja Romareda, cuyo plazo de finalización está previsto para 2027.

Durante una reciente declaración, Azcón subrayó la necesidad de brindar apoyo al equipo, a pesar de los momentos difíciles que atraviesa. "Es preocupante, pero debemos alentar al equipo a que regrese a la Primera División", afirmó, animándolos a superar lo que él considera una "situación bastante desoladora".

En cuanto al nuevo estadio, Azcón no mostró dudas sobre la importancia de esta obra, reafirmando su decisión de involucrarse en el proyecto como sede del Mundial de Fútbol 2030. “No tengo ningún arrepentimiento por esta apuesta; es un proyecto inquebrantable", puntualizó, enfatizando que no incluir a Zaragoza entre las ciudades anfitrionas del Mundial sería un gran error que no podría perdonarse.

Por su parte, la alcaldesa Natalia Chueca también manifestó la preocupación compartida por los ciudadanos, enfatizando que la situación del equipo es motivo de inquietud entre todos los zaragozanos. Su enfoque, no obstante, se centró en el compromiso del Gobierno y Ayuntamiento para crear un estadio que no solo beneficie al club, sino que también sea un legado para la ciudad. "Zaragoza va a contar con el estadio que se merece", concluyó, diferenciando este gran proyecto de la actual situación del club.