
ZARAGOZA, 6 de octubre. Este lunes, la comunidad aragonesa ha sido testigo de un hito significativo en su sistema judicial con la toma de posesión de Juan José Carbonero Redondo como nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA). En un acto ceremonial que ha reunido a figuras destacadas como María Isabel Perelló, presidenta del Consejo General del Poder Judicial, y Jorge Azcón, presidente del Gobierno autonómico, Carbonero ha dejado claro que su mandato estará marcado por la innovación y el compromiso con la justicia.
La principal meta que se ha propuesto es la creación de tribunales de instancia, un cambio fundamental que busca modernizar la estructura judicial en consonancia con la nueva oficina judicial, tal como él mismo ha declarado. Carbonero enfatiza que esta transformación es vital para mejorar la "eficiencia administrativa", un concepto que ha definido como el "tercer pilar" de la justicia en el siglo XXI.
Durante su intervención, la renovación de las infraestructuras administrativas fue un tema clave, destacando el exitoso desarrollo del sistema informático 'Avantius', que promete revolucionar la gestión judicial. No obstante, Carbonero también ha abordado la importancia de mantener la independencia del poder judicial, asegurando que actualmente no se encuentra en "peligro", pero subrayando la necesidad de reafirmar constantemente los principios fundamentales de la Constitución.
El nuevo presidente ha subrayado que la colaboración es esencial, instando a todos los actores del sistema judicial a trabajar juntos en un ambiente de adaptación y mejora continua. Ha expresado su confianza en que una justicia profesional y eficiente ayudará a resolver las preocupaciones de los ciudadanos, reiterando que la independencia de los jueces es una garantía indispensable para la sociedad, no un privilegio.
En su discurso, Carbonero ha hecho una evocación a la rica historia de Aragón, resaltando el compromiso de la región con la libertad y el pacto, valores que considera esenciales en la construcción de una civilización basada en el respeto y la colaboración. También ha recordado que en esta tierra, las leyes tienen una relevancia histórica que data de tiempos remotos, donde lo pactado prevalece sobre la autoridad.
Respaldado por su mentor, el magistrado Jesús María Chamorro González, Carbonero ha jurado lealtad al ordenamiento jurídico y a la Corona, prometiendo impartir justicia de manera imparcial y mantener la confidencialidad de las deliberaciones de la sala de gobierno.
El nuevo presidente ha reflexionado sobre el significado de la vida y las interacciones que forman parte de ella, agradeciendo a todos los que han influido en su trayectoria. Mencionó específicamente a sus colegas Pilar Galindo y José Carlos Zapata, con quienes ha compartido no solo rivalidades, sino un profundo respeto, así como a Manuel Bellido, su predecesor, a quien consideró un modelo de prudencia en tiempos difíciles.
Sobre su padrino, ha elogido su autoridad y ejemplo, también aprovechó para rendir homenaje a Fernando López Ramón, catedrático de Derecho Administrativo, reconociendo su influencia en su carrera y su enseñanza sobre cómo el derecho administrativo debe interactuar activamente con la constitucionalidad.
Por último, con un sentido renovado de propósito, Carbonero indicó que su compromiso con la Constitución y el ordenamiento jurídico se mantiene firme, tal como lo hizo hace 22 años en Castilla-La Mancha y luego en Canarias, reafirmando su dedicación al servicio público en el marco de un sistema judicial que busca siempre mejorar y adaptarse a las necesidades de la sociedad aragonesa.
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