TERUEL, 5 de octubre. La XV edición de La Partida de Diego ha culminado este domingo con un emotivo cierre que ha conmovido a todos los asistentes. Después de un sábado repleto de momentos memorables como La Pedida de Mano de Isabel y La Promesa de los Amantes, el icónico Diego de Marcilla se ha enlistado en las tropas del Rey Pedro II, listo para emprender el rumbo hacia la histórica batalla de las Navas de Tolosa.

Desde las 10:00 de la mañana, el Centro Histórico cobró vida con un mercado medieval y campamentos de recreación, permitiendo a los visitantes sumergirse en la cotidianeidad del siglo XIII y experimentar de primera mano las costumbres de la época.

Además, la exposición Ferrum Populi en el Campamento Ultramontano ofreció una mirada al pasado, enriqueciendo la experiencia de los que se acercaron. Posteriormente, la plaza del Seminario fue testigo de una singular partida de ajedrez real que combinó estrategia y simbolismo, acercando al público a la tensión política y social del momento.

La jornada continuó con un vibrante pasacalles de la agrupación Alarifes de San Martín, quienes llenaron las calles de alegría y música festiva. La fase final de la recreación se inició con el emotivo Nombramiento de caballeros por el Rey de Aragón, en el que el muy reconocido Diego de Marcilla recibió su merecido título en la Plaza del Seminario.

Uno de los momentos más aclamados fue La Espera, una escena profundamente conmovedora protagonizada por Isabel de Segura y las mujeres del pueblo, que transmitió la angustia y la esperanzada incertidumbre de quienes aguardaban el regreso de sus seres queridos del conflicto.

El grandioso desenlace se vivió con una emotiva procesión hacia la batalla. El Rey Pedro II, junto con Diego de Marcilla y sus tropas, marcharon desde la Plaza del Seminario atravesando escenarios emblemáticos como Yagüe de Salas y la Plaza de la Catedral, en una despedida cargada de solemnidad que dejó una profunda huella al concluir tres días de intensa recreación histórica.