Desmantelado el mayor cargamento de cocaína en Aragón: 95 kilos avaluados en casi 3 millones de euros.
En un importante golpe contra el narcotráfico, las autoridades de Zaragoza han confiscado un notable cargamento de 95 kilos de cocaína, cuyo valor en el mercado negro se acerca a la suma de tres millones de euros. Este hallazgo marca un hito en la lucha contra las drogas en Aragón, y se enmarca dentro de la operación 'Zenon', que ha permitido desmantelar una red criminal con operaciones establecidas en Zaragoza y Madrid.
La operación ha culminado en la detención de nueve individuos, de los cuales cinco ya se encuentran bajo custodia en prisión provisional. Además de la confiscación de la sustancia ilícita, se han hallado diversas sumas de dinero, vehículos y equipo destinado a la distribución de la droga en las calles.
Los detenidos, seis hombres y tres mujeres, enfrentan cargos que incluyen tráfico de drogas, pertenencia a una organización criminal y falsedad documental. Estos hechos fueron presentados en una reciente rueda de prensa en la que participaron destacados representantes de la Policía Nacional, incluido el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán.
La labor investigativa, que ha estado bajo la dirección del grupo UDYCO, se ha llevado a cabo durante un periodo de siete meses. Las pesquisas apuntaron a una organización que se propuso introducir mensualmente alrededor de 20 kilos de cocaína desde Colombia, utilizando Madrid como un punto estratégico de almacenamiento y distribución hacia diversas localidades del país.
El inspector Florentino Marín, jefe superior de Policía de Aragón, describió a esta organización como un sistema "profesional" que utilizaba sofisticados métodos de operación. Esto incluía vehículos equipados con compartimentos ocultos y teléfonos encriptados para evitar la detección y realizar maniobras de vigilancia para eludir a la policía.
Los miembros del grupo eran bien conocidos por la fuerza policial y, en ocasiones anteriores, habían logrado saltar la vigilancia. En una operación previa en 2017, se confiscó un considerable cargamento de pasta base que habría podido transformarse en 120 kilos de cocaína.
Los investigadores comenzaron su indagación en febrero, lo que les llevó a un inmueble en el barrio de Torrero, donde se vendía cocaína. Allí identificaron a dos hermanos que, junto a sus parejas, ya enfrentaban antecedentes por tráfico de drogas.
Un detalle sorprendente fue su método de distribución, que incluía el uso de triciclos eléctricos alquilados para realizar entregas. Sin embargo, este sistema quedó obsoleto cuando la ciudad decidió no renovar el contrato de estos vehículos debido a un escaso uso.
La pista inicial permitió llegar a un proveedor, un individuo con antecedentes y que había sido detenido previamente. Este se había adaptado a la situación tras ser expulsado de España y había regresado con documentación falsificada, además de haber modificado su apariencia física.
El líder de la organización en Zaragoza tenía el rol de mensajero de la droga, viajando regularmente a Madrid para reunirse con contactos en lugares públicos, donde se realizaban entregas de efectivo en un corto espacio de tiempo.
Con la coordinación del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, la operación se extendió a Madrid. Esto permitió a los agentes obtener información relevante sobre los desplazamientos y actividades del contacto en la capital.
Los investigadores descubrieron que este individuo mantenía un estilo de vida elevado y no aparentaba tener un empleo, poseía varios vehículos y visitaba un lujoso apartamento en el barrio de Sanchinarro, identificado como su base de operaciones.
El 29 de agosto, la investigación alcanzó un hito significativo al interceptar su vehículo. Esto condujo a las autoridades hasta un garaje en San José, donde el líder de la organización tomaba medidas especiales para evitar la detección. El vehículo tenía un compartimento secreto instalado que escondía más de siete kilos de cocaína.
La detención en esta fase inicial llevó a más arrestos en Zaragoza y Madrid, culminando en la incautación de 87 kilos adicionales de cocaína en diversas entradas y registros.
La segunda fase de la operación, llevada a cabo el 3 de septiembre, se centró en identificar a otros implicados en el tráfico de cocaína en Zaragoza, resultando en más detenciones y la intervención de sustancias estupefacientes.
Fernando Beltrán, delegado del Gobierno en Aragón, celebró la exitosa colaboración entre las fuerzas policiales y reconoció el esfuerzo y dedicación de los agentes, quienes se comprometen a realizar un trabajo arduo y a menudo prolongado para realizar seguimientos exhaustivos en la lucha contra el narcotráfico.
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