En Zaragoza, este miércoles ha arrancado la primera biorrefinería urbana de Europa, tras una inversión de 23 millones de euros en los últimos tres años para su construcción. Este proyecto, llamado 'Circular Biocarbon', es financiado por la Unión Europea y gestionado por Urbaser, que coordina un consorcio de 11 entidades.
Esta nueva instalación tendrá capacidad para procesar entre 10.000 y 15.000 toneladas de residuos domésticos al año, valorizando la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos junto con lodos de depuración de aguas residuales. Así, se producirán nuevos productos como recubrimientos, bolsas de basura compostables, abonos, dispositivos verdes y más, destinados tanto a la industria como a los consumidores finales.
El modelo de la biorrefinería es único, ya que tiene líneas de proceso distribuidas entre dos ubicaciones diferentes, en Zaragoza y en Italia. Se espera que en el futuro estas operaciones se unifiquen en una sola planta.
Para el éxito de este proyecto, es fundamental que los ciudadanos separen correctamente los residuos orgánicos. La biorrefinería apunta a tratar hasta 15.000 toneladas anuales de forma gradual, poniendo a prueba su funcionamiento frente a diferentes sistemas de gestión de residuos y ecosistemas en Europa.
Este proyecto se enmarca en el Plan de Acción para la Economía Circular de la Unión Europea, que busca dar valor a los residuos de alta calidad y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El impacto de la biorrefinería se espera que sea positivo tanto a nivel ambiental como económico para Zaragoza y para la región.
La inauguración de la biorrefinería ha sido celebrada por la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, quien destaca que la ciudad se convierte en un referente en economía circular y sostenibilidad. Chueca subraya los beneficios medioambientales y económicos que traerá este proyecto a la ciudad, reduciendo los residuos enviados a vertederos y generando empleo y riqueza.
Este avance en la economía circular también supone un paso más en la transformación de Zaragoza en una ciudad sostenible y saludable, siendo un ejemplo en movilidad sostenible, reverdecimiento urbano y ahora en el manejo innovador de residuos. La alcaldesa destaca las ventajas competitivas de la ciudad y el potencial para atraer nuevas inversiones y empleo en el sector de la economía verde.
La biorrefinería de Zaragoza, propiedad del Ayuntamiento y gestionada por Urbaser, fortalece los procesos tradicionales de tratamiento de residuos locales, transformándolos en productos de alto valor agregado a través de la biotecnología y materiales sostenibles. La meta es reducir los residuos en vertederos y fomentar la economía circular en la región.
El CEO de Urbaser destaca que esta biorrefinería es un paso importante hacia una bioeconomía más circular, generando productos finales comerciables y reduciendo la dependencia de los recursos no renovables. La instalación, según él, es un modelo único que posiciona a Zaragoza como líder en el tratamiento de residuos y en la generación de beneficios ambientales y económicos.
La puesta en marcha de esta biorrefinería no solo marca un hito para el proyecto 'Circular Biocarbon', sino también para la ciudad de Zaragoza, que se destaca en Europa por su compromiso con la sostenibilidad y la economía circular. Además de la generación de empleo local y la reducción de residuos, se espera que la biorrefinería se convierta en un ejemplo para otras ciudades en el futuro.
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