
En Aragón, la temporada estival de campings está alcanzando niveles récord, con una impresionante ocupación que se sitúa entre el 95% y el 98% este agosto. María Segura, presidenta de la asociación que agrupa a estos espacios y dueña del camping 'Aneto' en Benasque, ha compartido esta información con Europa Press. Estos campings ofrecen alrededor de 34.000 plazas en la región, lo que evidencia el creciente interés por el turismo al aire libre.
A lo largo del año, la ocupación ha mostrado un notable incremento. En junio, se registró un aumento de 15 puntos con respecto al 50% del año anterior, aunque en julio se observó un descenso al 70%. La variedad en la oferta es notable, con 66 campings en Huesca, la mayoría ubicados en los Pirineos, que proporcionan más de 25.000 plazas, mientras que Zaragoza y Teruel cuentan con 22 y 14 campings, respectivamente, cada uno con más de 4.000 plazas.
La estancia promedio en los campings aragoneses es de seis días, atrayendo turistas de diversas procedencias. Se estima que el 35% de los visitantes son extranjeros, lo que resalta la belleza de la región como destino turístico. Además, la ampliación de servicios y tipos de alojamiento se ha convertido en una tendencia, ofreciendo opciones como bungalows, parcelas, albergues y glamping, junto con servicios adicionales como entretenimiento infantil y restaurantes.
Segura también destacó el impacto económico positivo que los campings tienen en las comunidades locales, generando empleo durante todo el año. La media es de 12 trabajadores por camping, cifra que se duplica en los meses de alta demanda, alcanzando aproximadamente 1.000 empleos en total. Los campistas gastan un 30% de su presupuesto dentro del camping y el 70% restante en negocios locales, lo que contribuye al desarrollo de las zonas rurales.
En cuanto a los precios, las tarifas varían desde 20 euros por noche en albergues hasta 150 euros en bungalows, lo cual hace que un 17% de la población española elija este año los campings como su opción para vacacionar, según Segura.
La presidenta ha abordado también la problemática de la acampada no regulada en áreas naturales sensibles, alertando sobre los riesgos que representan para la fauna y flora locales. Hizo hincapié en la importancia de llevarse la basura y respetar las normativas existentes, que prohíben acampar a baja altitud y restringen la actividad en áreas protegidas.
Segura subrayó el papel de los campings como puntos de información turística, insistiendo en la educación ambiental de sus visitantes. Con la creciente popularidad del turismo de montaña, especialmente tras la pandemia, se ha vuelto esencial concienciar a los nuevos campistas sobre el respeto por el entorno natural.
Además, se lleva a cabo la campaña ‘Montaña Segura’, que ofrece información sobre rutas, refugios y equipamiento, proporcionando así un marco de seguridad para quienes exploran la naturaleza. La presidenta destacó que, aunque muchos visitantes son menos experimentados, existe un interés genuino por aprender y practicar una convivencia respetuosa con el medio ambiente entre los campistas, especialmente los más jóvenes, que son instruidos por los monitores en la importancia de ser responsables durante su estancia en la montaña.
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