Desmantelan banda de aluniceros en Zaragoza y otras provincias españolas
ZARAGOZA, 26 Jul.
La Guardia Civil ha desmantelado un grupo criminal especializado en robos con fuerza en establecimientos comerciales utilizando el método del alunizaje y la maza. Los detenidos son responsables de una veintena de delitos cometidos en los últimos dos meses en varias provincias del país, incluyendo Zaragoza.
En total, se han esclarecido una veintena de robos en tiendas de electrónica, informática y estancos ubicados principalmente en las provincias de Madrid, Ciudad Real, Zaragoza y Salamanca.
Con autorización judicial, los agentes llevaron a cabo la detención de los sospechosos y se realizaron tres registros en sus viviendas en Ciempozuelos (Madrid), Cedillo del Condado y Lominchar (Toledo). Durante los registros se confiscaron 8.000 euros en efectivo, kits para robar vehículos, herramientas utilizadas en los robos y numerosas cajetillas de tabaco.
Las tres personas responsables de los robos son españolas, de edades comprendidas entre los 29 y los 42 años, con más de cien arrestos previos. Se les imputan delitos de pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza en establecimientos comerciales, robo de vehículos a motor y falsificación de documentos. Tras ser llevados ante las autoridades judiciales, se ordenó su ingreso en prisión.
La operación fue llevada a cabo por el Grupo de Delincuencia Organizada de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid.
La frecuencia de los robos de vehículos de alta gama llamó la atención de los investigadores de la Policía Judicial especializados en este tipo de delitos. En el mes de mayo, se detectó un aumento significativo en las sustracciones de un mismo modelo de coche, vinculando estos casos con robos en tiendas de electrónica, informática y estancos.
Tras identificar a uno de los miembros del grupo, se logró descubrir la identidad de los otros dos, quienes resultaron ser individuos con historial delictivo oriundos del barrio madrileño de Villaverde y cercanos a un conocido delincuente de la zona.
Los robos se llevaban a cabo durante la noche y, utilizando los vehículos robados de alta gama, se dirigían a los lugares para vigilar los establecimientos y cometer los delitos posteriormente.
Para ingresar a los comercios, forzaban las verjas de metal y rompían los cristales de las puertas y ventanas con grandes mazas. Luego llenaban bolsas con los objetos robados y se marchaban rápidamente del lugar.