La Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar ha atraído a más de 300.000 personas en la emblemática plaza del Pilar, donde hasta las 18:30 se han entregado más de 64.000 ramos por parte de oferentes provenientes de diversas culturas y rincones del mundo.

ZARAGOZA, 12 de octubre.

Este año, la celebración ha sido un vibrante testimonio del amor y la devoción de quienes se han reunido en Zaragoza para rendir homenaje a la patrona de la Hispanidad, creando un ambiente festivo y diverso que refleja la riqueza cultural del evento.

El día ha comenzado con un clima veraniego, propicio para que familias, amigos y visitantes lucieran sus trajes típicos y compartieran su cariño por la Virgen en un recorrido que culmina en la plaza, donde la atmósfera festiva es palpable y armoniosa.

Hasta el momento, las cifras han superado las expectativas: más de 64.000 oferentes han honrado a la Virgen, estableciendo un nuevo récord de asistencia a la Ofrenda, que ha contado con la participación de 1.158 grupos, sumando un total de 106.897 personas, lo que representa un aumento significativo del 11,60% en comparación con el año anterior.

Diversas organizaciones, incluido un variado conjunto de cuerpos de seguridad, instituciones educativas y asociaciones comunitarias, han desfilado contribuyendo a la festividad, que va más allá de una simple expresión de fe católica, consolidándose como una tradición que abraza a múltiples culturas.

La participación de los más jóvenes ha sido destacable, con muchos niños luciendo cuidadosos trajes tradicionales, llenos de orgullo y expectativas mientras esperan ser parte de esta celebración que se ha convertido en un emblema de la comunidad.

Desde las primeras luces del día, la agrupación ‘Costureras Malotas’ marcó el inicio del evento. A las 6:30, los participantes comenzaron a agruparse, y aunque la mañana empezó con cielos nublados, rápidamente el sol y temperaturas agradables propiciaron una jornada ideal para esta multitudinaria celebración.

El desfile ha sido un espectáculo de colores y sonidos en el que el grupo peruano, designado como país invitado, ha aportado su herencia cultural a la Ofrenda, presentando danzas y trajes típicos, mientras compatriotas aplaudían con entusiasmo su participación.

Detrás de estos vibrantes grupos, numerosas agrupaciones aragonesas y de otras partes de España también se han hecho presentes, cada una con sus distintivos trajes regionales, ante un altar de flores que se ha ido enriqueciendo a medida que los ramos de los oferentes llegaban.

Sin embargo, el intenso flujo de participantes por el lado de la basílica generó largas esperas para muchos, quienes encontraron frustrante el retraso debido al número de personas que optaron por mezclar sus horarios, causando aglomeraciones inesperadas.

Un emotivo minuto de silencio se llevó a cabo a las 11:30 frente al Ayuntamiento, en respuesta a una agresión sexual ocurrida en días anteriores. La alcaldesa, Natalia Chueca, y miembros del consistorio también se unieron a la Ofrenda antes de asistir a la misa en honor a la Virgen del Pilar.

Esa solemnidad se vio acompañada por el tradicional paso de aeronaves de las Fuerzas Armadas, que sobrevolaron la plaza en un acto de homenaje, un momento que añadió un marcado simbolismo a la jornada.

Tras el desfile en Madrid, cuatro cazas F-18 sobrevolaron la plaza del Pilar, creando un espectáculo sonoro que se sumó a la celebración, volando en formación sobre el manto de flores que adorna el altar de la Virgen.

A medida que avanzaba la jornada, la llegada de oferentes fue disminuyendo, mientras los bares y restaurantes cercanos se llenaban de comensales que disfrutaban de la gastronomía local y celebraciones en un ambiente festivo.

Sin embargo, después de un breve respiro, la Ofrenda cobró un nuevo dinamismo, con la voz de la presentadora anunciando la llegada incesante de grupos, entre ritmos vibrantes y aplausos, brindando un espectáculo auténtico de alegría y reconocimiento cultural.

Muchos pudieron completar su camino en un corto período, mientras los grupos organizados continuaban paseando sin prisa, disfrutando del momento compartido en esta celebración colectiva que une a la comunidad y a quienes se acercan a rendir homenaje a la Virgen.