En Zaragoza, el 16 de noviembre, se está llevando a cabo un operativo crucial que busca normalizar la situación en Catarroja tras la retirada de miles de vehículos. Estas unidades, que representan un riesgo potencial de incendio debido a su acumulación, están siendo procesadas en una campa adyacente al Puesto de Mando Avanzado del Gobierno de Aragón. Esta intervención se considera vital para que la comunidad pueda retornar a su vida cotidiana sin la amenaza de incendios en las proximidades del núcleo urbano. La empresa encargada de llevar a cabo este proceso es la aragonesa Industrias López Soriano, que está cumpliendo rigurosamente con todas las normativas ambientales y de seguridad establecidas.
La alcaldía de Catarroja, consciente de la urgencia del tema, aprobó la semana pasada una resolución que permite a esta empresa trabajar dentro del municipio bajo las circunstancias actuales. Esta confirmación por parte de las autoridades locales subraya la importancia de la seguridad pública y el compromiso de las instituciones con el bienestar de los ciudadanos.
Jorge Crespo, jefe de servicio de Seguridad y Protección Civil del Gobierno de Aragón y coordinador de los operativos en Catarroja, ha señalado los peligros que conlleva la acumulación de vehículos. “La acumulación de vehículos podía generar un problema, una situación de peligrosidad, por la forma en que estaba acopiado el material, en general muy inflamable. Estamos hablando de baterías, aceites, gases y combustibles cerca de la trama urbana”, explica Crespo, enfatizando así la necesidad de actuar de manera rápida y eficiente.
El trabajo conjunto con Industrias López Soriano está permitiendo abordar un desafío que, de no ser manejado adecuadamente, podría haber representado una seria amenaza a la seguridad de los habitantes de Catarroja. La colaboración entre entidades es fundamental para mitigar riesgos y proteger a la comunidad.
La normativa vigente en este tipo de situaciones requiere un seguimiento exhaustivo de los vehículos que son achatarrados. Esto incluye la verificación del número de bastidor, la toma de una fotografía del vehículo y la emisión del certificado de achatarramiento requerido por la Dirección General de Tráfico (DGT), además de informar al propietario, quien cuenta con todas las garantías necesarias en este proceso.
Es importante destacar que, antes de compactar cada vehículo, los operarios de Industrias López Soriano llevan a cabo la eliminación de elementos inflamables como el gasoil y los aceites. Este es un paso esencial para asegurar que el proceso de achatarramiento se realice de manera segura y responsable, minimizando al máximo cualquier potencial riesgo para el entorno y la población.
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