ZARAGOZA, 30 de noviembre. El Aeropuerto Huesca-Pirineos se perfila como el posible hogar del Proyecto Fénix, un Centro de Formación y Entrenamiento en Operaciones Aéreas de Emergencia. Esta ambiciosa propuesta busca subsanar la notoria falta de escuelas especializadas que preparen a una nueva generación de pilotos civiles capacitados para manejar crisis y emergencias. Gracias a la incorporación de simulaciones avanzadas con Inteligencia Artificial, se podrán recrear situaciones excepcionales que los profesionales no suelen encontrar en su formación habitual.

La idea de este innovador enfoque, impulsada por VOX, responde a la necesidad de establecer un centro que ofrezca un entorno seguro para que los pilotos se familiaricen con los protocolos de emergencias antes de enfrentarse a situaciones críticas en el aire. Esta propuesta se enmarca en un contexto donde la capacitación adecuada es cada vez más crucial, dado el crecimiento de desastres naturales y emergencias humanas que requieren la intervención ágil y efectiva de las aeronaves.

Siguiendo la tendencia observada en otras instalaciones aeroportuarias del país, el Proyecto Fénix busca que Huesca-Pirineos no solo se convierta en un referente internacional en la formación de pilotos, sino que también genere nuevas oportunidades turísticas y económicas para la región. Esta estrategia espera revitalizar el aeropuerto, que desde su apertura en 2007 ha sido subutilizado, con apenas 300 pasajeros registrados en el presente año.

Juan Vidal, diputado autonómico de VOX y ferviente defensor del Proyecto Fénix, destaca que los simuladores ocuparán el papel central de esta iniciativa. La finalidad es ofrecer a los futuros pilotos la capacidad de experimentar y aprender a gestionar situaciones complejas que normalmente no se presentan durante la formación convencional, equipándolos con habilidades críticas necesarias para responder a emergencias de manera efectiva.

La tecnología de simulación propuesta permitirá, entre otras cosas, la reproducción de situaciones difíciles de practicar en la vida real, como la respuesta a incendios en zonas industriales. “Serán capaces de crear situaciones completamente nuevas”, señala Vidal, quien cuenta con experiencia como ingeniero aeronáutico en proyectos militares en Estados Unidos, donde desarrolló simulaciones para situaciones de aterrizaje y fallos en aeronaves.

En particular, el proyecto incluye la formación en operaciones como la carga y descarga de agua en incendios, una tarea poco común para los pilotos comerciales. También se abordará la coordinación con otros equipos de emergencia, lo que será vital para intervenir eficazmente en incidentes raros, como rescates en montaña o emergencias por inundaciones. Estas situaciones representan un desafío significativo, y por ello la preparación teórica y práctica en un entorno sin riesgos resulta esencial.

Además de la formación de pilotos, el Proyecto Fénix cuenta con una ambiciosa visión a largo plazo en la que se vislumbra la posibilidad de prever emergencias potenciales, como inundaciones, a través de un sistema de simulación integrada con datos reales. Con esto, se pretende alcanzar una comprensión más profunda del riesgo y mejorar la respuesta ante situaciones de crisis.

La implementación de la Inteligencia Artificial será crucial, ya que permitirá la integración de información en tiempo real, como la medición de la humedad de la vegetación o las condiciones atmosféricas. Esta información será vital para tomar decisiones informadas y preparar escenarios de acción ante emergencias.

Los futuros aspirantes al título serán principalmente pilotos ya existentes en aerolíneas, dado que los militares cuentan con su propia formación especializada. En el sector privado, actualmente es difícil encontrar individuos dispuestos a asumir el coste de una capacitación tan específica. Según Vidal, la falta de un centro adecuado ha llevado a que una cooperativa de pilotos utilice simuladores de manera informal para entrenar.

La disponibilidad del Aeropuerto de Huesca, con su infraestructura adecuada, representa una oportunidad excepcional. La propuesta destaca la necesidad de aprovechar el potencial del aeropuerto para que no se traslade a otro lugar que puede ofrecer un ambiente más propicio para el desarrollo de este tipo de formación especializada.

El aeropuerto, con una pista de dos kilómetros y un entorno poco congestionado, ha demostrado ser un lugar ideal para acoger el Proyecto Fénix. Se espera que esta iniciativa no solo aporte empleo sino que también contribuya a la riqueza de sectores como la hostelería, el turismo y la aeronáutica.

El Proyecto Fénix está destinado a renacer Huesca con un enfoque que busca posicionar a Aragón como un líder global en formación de emergencias aéreas, asegurando un futuro prometedor y sostenible. Así lo manifestó Alejandro Nolasco, portavoz de VOX en las Cortes de Aragón, al destacar la ambición de la propuesta.

La construcción del aeropuerto implicó una inversión inicial de 60 millones de euros, y sus costes operativos anuales son elevados, lo que resalta la necesidad de este tipo de propuestas innovadoras para maximizar su uso y funcionalidad. Carlos Bermejo, vicepresidente de la Comarca de La Hoya de Huesca, subraya la importancia del liderazgo público en la propuesta, aunque se considerará la colaboración entre sectores públicos y privados para garantizar un enfoque inclusivo y progresista.

El plan no se limita a la formación de pilotos; también se contempla impartir ciclos de Formación Profesional en el IES 'Pirámide' de Huesca, capacitando a los estudiantes en áreas como mecánica de aviación y reparación de drones, creando un ecosistema formativo completo.

El modelo de éxito del aeropuerto industrial de Caudé en Teruel, que ha puesto a la provincia en el mapa mediante la creación de empleo especializado en el ámbito de la aviación, sirve de referencia para Huesca. Actualmente, España cuenta con 414 pilotos calificados en operaciones de emergencia, con una población que envejece, en su mayoría con más de 50 años, lo que acentúa la urgencia por una nueva generación de profesionales capacitados en este campo.

A pesar de la ausencia de centros similares en toda la Unión Europea, el Proyecto Fénix podría atraer a pilotos de otros países, complementando la formación en emergencias donde actualmente no existe una certificación oficial. El proyecto será financiado mediante fondos europeos y se desarrollará en fases, atendiendo a la demanda y estableciendo convenios que faciliten su implementación.

El programa prevé que los pilotos formados obtengan un título universitario de posgrado, reconocido por universidades locales, lo que les permitirá acreditar conocimientos a través de experiencias prácticas reales en el aeropuerto. Sin embargo, el entrenamiento principal se llevará a cabo en simuladores que serán proporcionados por el Colegio Oficial de Pilotos Aéreos Comerciales (COPAC), en asociación con la empresa Indra, antes de que se implementen los ciclos de formación profesional.

De esta manera, VOX ha presentado en las Cortes autonómicas una proposición no de ley que busca instar al Gobierno de Aragón a desarrollar un plan director, colaborar con el Colegio de Pilotos y firmar convenios que fortalezcan este proyecto. También se pretende asegurar la cooperación interinstitucional con entidades relevantes como la Universidad de Zaragoza y AENA, promoviendo así la inserción del centro en redes de formación a nivel internacional.

El Proyecto Fénix será uno de los temas centrales en las discusiones entre VOX y el PP de cara a los Presupuestos autonómicos de 2025, según reveló Alejandro Nolasco, quien se comunicará con el presidente de la Comunidad Autónoma, Jorge Azcón, para avanzar en esta iniciativa que promete ser un hito en la formación de pilotos en situaciones de emergencia.