En una operación significativa, la Policía Nacional ha confiscado una considerable cantidad de drogas en Huesca, poniendo de relieve la lucha constante contra el narcotráfico en la región. La incautación incluyó 847 gramos de speed, un kilogramo de marihuana, 85 pastillas de éxtasis y sustancias utilizadas para el corte de las drogas.

El 21 de abril, las autoridades arrestaron a un individuo en Huesca, quien estaba involucrado en el tráfico de drogas. En el marco de la investigación, que se llevó a cabo durante más de tres meses, se descubrió que el detenido, con un historial criminal de tres arrestos previos por delitos relacionados con drogas, continuaba operando desde un domicilio en el barrio de la Encarnación.

La operación incluyó un registro exhaustivo de la vivienda en cuestión, en el cual colaboró la Unidad de Guías Caninos de la Jefatura Superior de Aragón. En el lugar, los agentes detectaron que la infraestructura estaba acondicionada para el tráfico de sustancias ilícitas, evidenciada por las huellas de consumo de drogas en todas las habitaciones. La vivienda había sido adaptada de tal manera que recordaba a un local nocturno, presentando características como paredes insonorizadas.

Durante el registro, los policías requisaron una variedad de elementos relevantes, como 847 gramos de speed, un kilogramo de marihuana, 85 pastillas de éxtasis y 500 gramos de cafeína, que se utilizan comúnmente como adulterantes. Además, la incautación incluyó bolsas vacías que previamente contenían speed, sugiriendo que la cantidad total manejada podría exceder el kilo.

Tras su arresto el 15 de abril por delitos de tráfico de drogas, el hombre fue llevado ante la justicia, donde se determinó su ingreso en prisión provisional. Este individuo contaba con un preocupante historial que incluía múltiples detenciones por tráfico de estupefacientes, así como antecedentes por delitos patrimoniales.

La acción policial representa un avance crucial en la batalla contra el narcotráfico, especialmente al retirar del circuito más de 3.000 dosis de speed, una de las drogas más adictivas y perjudiciales para la salud. La producción de esta sustancia a menudo implica el uso de químicos muy nocivos que son accesibles y comunes, como limpiadores de tuberías y líquidos para frenos, lo que resalta un problema añadido en la lucha contra este delito.