
El 14 de julio en Zaragoza, la Policía Nacional arrestó a dos hombres bajo la sospecha de un acoso persistente hacia una mujer, un comportamiento que se prolongó durante medio año.
Los hechos se desencadenaron la mañana del 11 de julio, cuando la víctima se comunicó con el CIMACC 091 para reportar que uno de sus acosadores la había seguido hasta su casa. Estaba visiblemente angustiada por la situación que había estado sufriendo.
Al llegar al sitio, los agentes se pusieron en contacto con ambas partes involucradas. Según los testimonios, tanto el sospechoso como su compañero solían merodear por el lugar donde la mujer trabajaba y vivía, haciéndole comentarios sexuales inapropiados y adoptando actitudes amenazadoras. Esta situación provocó que ella modificara sus rutinas diarias por miedo a encontrárselos.
En el último incidente, uno de los hombres la siguió hasta su hogar y, al ser confrontado por ella, respondió con comentarios obscenos y despectivos, lo que llevó a un reporte inmediato a la policía.
Los agentes localizaron a su cómplice en las cercanías y, tras la intervención, ambos fueron detenidos. El sábado siguiente, se presentaron ante el Juzgado de Instrucción, donde quedaron en libertad bajo cargos.
La Policía Nacional subraya que el acoso es un delito grave, ya que implica acciones repetitivas como seguir, observar, contactar o acercarse a una persona sin su consentimiento, causando una alteración significativa de su vida diaria y generando un clima de temor y angustia.
Ante situaciones de acoso, las autoridades hacen un llamado a la población para que no minimicen el problema. Se aconseja no establecer contacto directo con el acosador, comunicar lo sucedido a personas de confianza y, en caso de conductas inquietantes, realizar una denuncia llamando al 091 o acudiendo a la comisaría más cercana.
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