La Guerra de Sucesión Española fue un conflicto que tuvo lugar entre los años 1701 y 1714, y que enfrentó a las potencias europeas por el control del trono español. En Aragón, esta guerra supuso un periodo de gran agitación y conflicto, en el que la resistencia aragonesa desempeñó un papel crucial. En este artículo, exploraremos la resistencia aragonesa durante este período tumultuoso de la historia de España.
La Guerra de Sucesión Española tuvo su origen en la muerte del rey Carlos II de España sin descendencia directa. Ante esta situación, las potencias europeas trataron de asegurar que el trono español no cayera en manos de un solo país, lo que podría desequilibrar el poder en Europa. Así, se formaron dos bandos principales: los partidarios del Archiduque Carlos de Austria y los partidarios de Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia.
En Aragón, la Guerra de Sucesión Española dividió a la población, con partidarios tanto de Carlos de Austria como de Felipe de Anjou. La Corona de Aragón tenía un sistema político diferenciado del resto de España, con fueros y leyes propias, lo que llevó a una resistencia aragonesa contra la imposición de un nuevo monarca extranjero. La fidelidad de Aragón al candidato austracista, unida a su resistencia a aceptar la dinastía borbónica, desencadenó enfrentamientos y conflictos en la región.
La resistencia aragonesa durante la Guerra de Sucesión Española se manifestó de diversas formas, desde la oposición política hasta la lucha armada. Los aragoneses se organizaron para hacer frente a las tropas borbónicas y defendieron con fervor sus fueros y libertades.
Uno de los episodios más destacados de la resistencia aragonesa fue la defensa de Zaragoza durante los Sitios de 1706 y 1710. La ciudad resistió los ataques de las tropas borbónicas durante meses, mostrando un ejemplo de valentía y determinación ante la ocupación extranjera. Los zaragozanos lucharon con coraje por su libertad y sus ideales, convirtiéndose en un símbolo de la resistencia aragonesa durante la Guerra de Sucesión Española.
Además de la resistencia armada, la resistencia aragonesa se manifestó también en el ámbito político. Se organizaron juntas y se llevaron a cabo acciones de desobediencia civil para oponerse a la imposición de las autoridades borbónicas. Los diputados de las Cortes de Aragón defendieron con firmeza los fueros y libertades de la Corona de Aragón, resistiendo las presiones para aceptar a Felipe V como rey.
La resistencia aragonesa durante la Guerra de Sucesión Española dejó un legado de orgullo y determinación en la región. A pesar de la derrota final de las tropas austracistas y la imposición de Felipe V como rey, los aragoneses mantuvieron su identidad y sus valores frente a la ocupación extranjera. Este espíritu de resistencia perduró en la memoria colectiva aragonesa, convirtiéndose en un símbolo de la lucha por la libertad y la autonomía de la región.
La resistencia aragonesa durante la Guerra de Sucesión Española fue un capítulo crucial en la historia de Aragón, en el que los aragoneses se enfrentaron con valentía a la imposición extranjera y defendieron con firmeza sus fueros y libertades. A pesar de la dura represión y de la derrota militar, la resistencia aragonesa dejó un legado de orgullo y determinación en la región, que perdura hasta nuestros días.