La Guerra Civil en Aragón tuvo lugar una vez que se inició el levantamiento militar contra el gobierno de la República en julio de 1936. Este conflicto bélico se caracterizó por estar marcado por una gran violencia y división en la sociedad española, que se reflejó también en la región aragonesa.
El frente de Aragón se convirtió en uno de los escenarios más importantes de la Guerra Civil, ya que suponía la frontera entre los territorios controlados por las fuerzas republicanas y los franquistas. Esta zona fue testigo de numerosas batallas y enfrentamientos que dejaron una profunda huella en la historia de la región.
Tras el inicio del levantamiento militar, las tropas republicanas se movilizaron para hacer frente a la rebelión. En Aragón, estas fuerzas tuvieron que hacer frente a la oposición de los militares sublevados y de los grupos fascistas que controlaban la zona.
La llegada de las tropas republicanas supuso un cambio significativo en la región. Se establecieron comités revolucionarios y se llevaron a cabo reformas sociales y políticas que buscaban transformar la estructura tradicional de la sociedad aragonesa. Sin embargo, la presencia de las tropas republicanas también provocó la resistencia de aquellos que apoyaban el levantamiento militar.
Uno de los enfrentamientos más importantes que tuvieron lugar en el frente de Aragón fue la Batalla de Teruel, que tuvo lugar entre diciembre de 1937 y febrero de 1938. Esta batalla fue un intento por parte de las fuerzas republicanas de recuperar la ciuadad de Teruel, que se encontraba en manos de las tropas franquistas.
La Batalla de Teruel fue una de las más cruentas y largas de toda la Guerra Civil, con un alto número de bajas en ambos bandos. A pesar de los esfuerzos de las fuerzas republicanas, la ciudad de Teruel acabó siendo recuperada por las tropas franquistas, lo que supuso un duro golpe para el bando republicano en Aragón.
Tras la Batalla de Teruel, las fuerzas franquistas avanzaron con rapidez en Aragón, tomando el control de numerosas ciudades y pueblos de la región. La brutalidad de las tropas franquistas se hizo patente en la represión hacia aquellos que habían apoyado al bando republicano, con miles de ejecuciones y detenciones.
El avance franquista en Aragón marcó el inicio del fin para las fuerzas republicanas en la región. A pesar de la resistencia de algunos grupos de guerrilleros, la superioridad militar de las tropas franquistas terminó por imponerse en el frente de Aragón.
La Guerra Civil dejó una profunda huella en la región de Aragón, con un alto número de víctimas y un paisaje destruido por los enfrentamientos. La brutalidad de la guerra se reflejó en la represión hacia aquellos que habían apoyado al bando perdedor, con miles de personas ejecutadas o encarceladas.
Además, la Guerra Civil supuso el inicio de un periodo de dictadura franquista en España, que se caracterizó por la represión política y la censura de cualquier tipo de oposición. Aragón no fue una excepción, y la región sufrió las consecuencias de la represión franquista durante décadas.
Hoy en día, la Guerra Civil en Aragón sigue siendo un tema controvertido y polémico en la región. Numerosos monumentos y lugares de memoria recuerdan los eventos ocurridos durante aquel conflicto bélico, y se mantiene viva la memoria de aquellos que lucharon y murieron en el frente de Aragón.
La Guerra Civil en Aragón ha dejado un legado histórico complejo y doloroso, que sigue presente en la memoria colectiva de la región. Es importante recordar y analizar estos eventos para no olvidar el pasado y aprender de los errores cometidos en aquel periodo oscuro de la historia de España.