Si preguntas a los aragoneses cuál es uno de los platos de cuchara más tradicionales de la cocina de esta región, muchos te responderán sin duda: "las migas". Pero, ¿qué son las migas aragonesas? ¿Cómo se preparan? ¿Por qué son tan populares? En este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber sobre este plato típico aragonés.
Las migas aragonesas son un plato de pastores, humilde y sencillo, que se remonta a siglos atrás. En tiempos pasados, los pastores aragoneses solían pasar largas temporadas en las montañas de los Pirineos y, para sobrevivir, preparaban un plato consistente y nutritivo con los recursos que tenían a su alcance: pan duro, agua, tocino, ajo y sal.
Con el tiempo, las migas se fueron popularizando entre la población rural de Aragón y, de ahí, se extendieron a las zonas urbanas. Hoy en día, este plato se puede encontrar en las cartas de muchos restaurantes aragoneses y es una opción imprescindible en cualquier celebración o evento gastronómico de la región.
1. La primera tarea para preparar unas buenas migas aragonesas es trocear el pan duro. Es importante que el pan esté rancio, así quedará más suelto al preparar las migas. Si el pan está algo duro, se puede humedecer con un poco de agua sin que llegue a mojarse demasiado.
2. Cortamos la panceta en tacos pequeños y la sofreímos en una sartén a fuego lento junto con los ajos picados y el pimiento rojo seco. Es importante que la panceta suelte la grasa para que luego podamos utilizarla en las migas.
3. Echamos el pan en una sartén y lo tostamos hasta que quede crujiente. Es importante ir removiendo con una pala de madera para que no se pegue.
4. Añadimos a las migas un poco de agua caliente y un puñado de sal. Una vez que el pan haya absorbido todo el agua, agregamos el sofrito de panceta, los ajos y el pimiento rojo seco. Movemos durante unos minutos todo el contenido de la sartén.
5. Por último, añadimos una cucharada de pimentón dulce y mezclamos bien. Las migas aragonesas estarán listas para disfrutarlas.
Las migas aragonesas se suelen presentar en una cazuela grande de barro, con el pan en el fondo y el sofrito de panceta por encima. Se sirven recién hechas y bien calientes.
Este plato suele acompañarse de uvas y melón, que se comen a modo de postre ya que su dulzura contrasta con el sabor salado y fuerte de las migas. Además, también es habitual beber vino tinto de la tierra, como Somontano o Cariñena, para completar la experiencia gastronómica aragonesa.
En definitiva, las migas aragonesas son un plato sencillo pero delicioso, que encierra en sí mucho de la tradición y la cultura gastronómica de esta región. Si tienes la oportunidad de probarlas, no dudes en hacerlo, porque seguramente te sorprenderán y, quién sabe, quizás hasta se conviertan en uno de tus platos favoritos de la cocina aragonesa.