Zaragoza, 17 de noviembre. Un hecho histórico tuvo lugar en la capital aragonesa, donde por primera vez el Ayuntamiento se convirtió en el escenario del acto de conmemoración del Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de la Siniestralidad Vial. Este evento, cargado de emociones y reflexión, reunió a autoridades y asociaciones que trabajan por la seguridad en las vías urbanas.

La alcaldesa Natalia Chueca tomó la iniciativa en este acto significativo y tuvo el honor de recibir un reconocimiento de la asociación STOP Accidentes, que valoró la puesta en marcha del Plan Urbano de Seguridad Vial por parte del Ayuntamiento. Este reconocimiento subraya el compromiso del Consistorio con la reducción de la siniestralidad en las calles de la ciudad.

En un momento de profunda reflexión, Chueca, acompañada por la concejal delegada de Seguridad Vial, Ruth Bravo, y destacados representantes de STOP Accidentes y Aesleme, Miguel Ángel Bernal y Francisco Ureta, recordó a las víctimas de accidentes de tráfico. “Ellas nos obligan a reflexionar sobre la violencia vial”, afirmó, enfatizando la necesidad de poner un rostro y una historia a las frías cifras.

La alcaldesa destacó que “el año pasado, siete personas perdieron la vida en nuestras calles y 140 más sufrieron heridas graves, muchas de las cuales todavía enfrentan secuelas”. En su intervención, Chueca subrayó que detrás de cada cifra hay una vida, una historia y un sufrimiento familiar que oponerse a este escenario es fundamental para construir una comunidad más segura.

Con un enfoque claro en la prevención de siniestros viales, la alcaldesa resaltó la “decidida acción del Ayuntamiento”, apoyada en la experiencia de expertos, técnicos y asociaciones. Esto ha dado lugar al desarrollo del Plan Urbano de Seguridad Vial, una estrategia destinada a transformar Zaragoza en una ciudad más segura para todos sus habitantes.

Francisco Ureta, delegado en Aragón de la Asociación de Lesionados Medulares Aesleme, expresó su gratitud por las iniciativas del Consistorio, señalando la “valentía política” que implica la nueva ordenanza que exige el uso del casco. “La vida es un bien inestimable; no podemos permitir que se pierda por un accidente evitable”, añadió, haciendo hincapié en la necesidad de tomar en serio las normativas de seguridad.

Ureta también lanzó un fuerte mensaje sobre la importancia de distinguir entre la causa y la culpa de los accidentes viales. Él enfatizó que “hay que reconocer los derechos a la vida y la deber de proteger los de los demás”, insistiendo en que es inaceptable aceptar que las muertes en las vías se conviertan en parte de nuestra cotidianidad. “Eso no puedo soportarlo”, concluyó, haciendo un llamado a la acción colectiva.

En este contexto, la alcaldesa Chueca reafirmó que la seguridad vial es una responsabilidad compartida que requiere la colaboración de toda la sociedad. Insistió en la relevancia de la educación vial, invitando a cada zaragozano a ser consciente de su comportamiento al volante y del impacto que este tiene en la seguridad de todos.

Además, en el marco del evento, se leyó un manifiesto de la asociación STOP Accidentes que aboga por reducir al 50% la mortalidad en accidentes de tráfico para el año 2030. Este pronunciamiento también demandó una atención integral a las víctimas y sus familias, así como la revisión de la terminología del Código Penal para considerar los accidentes viales como homicidios, en lugar de imprudencias.

El representante de STOP Accidentes, Miguel Ángel Bernal, alertó sobre el desafío que supone alcanzar los objetivos propuestos para 2030, marcando esto como un “imperativo moral” de los gobiernos. Junto a su equipo, pidió la creación de juzgados especializados en tráfico y la operación de una línea de asistencia para apoyar a las víctimas y sus seres queridos. “Es hora de exigir un pacto de Estado que garantice la seguridad vial y proteja las vidas”, instó fervientemente.

Bernal concluyó subrayando que “tenemos un compromiso ineludible de trabajar juntos para que nadie más sufra el dolor de esta pandemia que son los accidentes de tráfico”. Hizo un llamado claro a que las palabras se traduzcan en acciones efectivas por parte de las autoridades y todos los involucrados en la seguridad vial.

Antes de finalizar el acto, todos los asistentes guardaron un emotivo minuto de silencio en honor a las víctimas y sus sueños truncados “porque ser víctima no se supera, solo se aprende a vivir de nuevo”, resonando profundamente en el corazón de quienes asistieron.