La comunidad de Villafranca de Ebro, en Zaragoza, vive momentos de profunda tristeza y conmoción tras un devastador incendio que se desencadenó en la madrugada del pasado viernes en la residencia Jardines de Villafranca. Diez personas mayores han perdido la vida y dos más han resultaron heridas en este trágico suceso.
Desde las primeras horas del día, diversas autoridades han llegado al lugar para ofrecer su apoyo a las familias afectadas, entre ellas el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, y el delegado del Gobierno en la comunidad, Fernando Beltrán. También estuvieron presentes consejeros de la administración autonómica que han querido acompañar a los seres queridos de las víctimas en este doloroso momento.
En respuesta a la tragedia, el Gobierno de Aragón ha declarado un día de luto oficial para este sábado, 16 de noviembre, en homenaje a la memoria de los fallecidos en el incendio. Las banderas en edificios públicos de Aragón ondearán a media asta, mientras en el interior se colocarán crespones negros como símbolo de duelo.
El incendio fue reportado a las 4:57 horas mediante una llamada al 112, que alertó sobre las llamas en este centro especializado en demencia y salud mental. Las trabajadoras de la residencia y algunos vecinos comenzaron rápidamente a evacuar a los residentes.
Para controlar la situación, se movilizaron 25 bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza, acompañados de tres tanques, una autoescala y una ambulancia. También se desplegaron un puesto de mando avanzado y otros vehículos especializados. Posteriormente, se unieron un autobús, una bomba nodriza pesada y un furgón con herramientas para la emergencia.
Al acceder a la residencia, los bomberos encontraron los cuerpos de algunas de las víctimas, y según el jefe del cuerpo, Eduardo Sánchez, la causa del deceso fue la inhalación de humo, ya que las llamas se limitaron a la habitación donde comenzó el fuego.
La estructura de la residencia, que cuenta con dos alas diferenciadas, estuvo crucial en la contención del incendio gracias a una puerta cortafuegos que impidió la expansión del fuego, aunque el humo sí se propagó a otras áreas. Aunque se había alertado a los bomberos de la Diputación de Zaragoza, su intervención no fue necesaria, ya que los trabajos de extinción se realizaron en aproximadamente una hora y fueron considerados sencillos.
Por el momento, la Guardia Civil investiga las causas que pudieron originar el fuego, y un equipo de Criminalística ya se encuentra en el lugar realizando la inspección que, según han indicado, podría llevar varias horas. Aunque las circunstancias aún son inciertas, la presidenta de la Asociación Aragonesa para la Dependencia, Paquita Morata, ha sugerido la posibilidad de que un residente hubiera estado fumando en el área donde se inició el incendio.
En el momento del accidente, la residencia Jardines de Villafranca alberga a 69 internos, aunque suele tener una capacidad de 72, con 32 usuarios bajo convenio con el Gobierno de Aragón, 15 de ellos tutelados. A los 57 residentes que resultaron ilesos se les trasladó a otra residencia en Huesca, donde recibirán atención del mismo personal que los cuidaba antes del incidente.
Cruz, una de las supervivientes, compartió su experiencia al llegar a la nueva residencia. Relató cómo las auxiliares del turno de noche llamaron a las habitaciones pidiendo a todos que salieran, y al abrir la puerta se encontraron con pasillos llenos de humo, lo que les obligó a actuar rápidamente y ayudar a quienes no podían evacuar por sí mismos hasta que llegaron los servicios de emergencia.
Otro residente, Alfonso, lamentó no haber podido salvar a su compañero de habitación que se encontraba en silla de ruedas. A pesar de sus esfuerzos por despertarlo, no logró rescatarlo, lo que le dejó una profunda tristeza.
Los dos heridos del incendio fueron ingresados en el Hospital Royo Villanova de Zaragoza, uno de ellos, de 72 años, se encuentra ya en planta, mientras que el otro, de 65 años, permanece en la UCI con pronóstico grave.
En total, el 061 atendió a 32 personas en Villafranca de Ebro por inhalación de humo, todos con pronósticos leves, incluyendo a un agente de la Guardia Civil que también necesitó revisión médica.
En las puertas del Ayuntamiento se guardó un minuto de silencio en honor a las víctimas, con la presencia de la consejera de Bienestar Social y Familia, Carmen Susín, y la alcaldesa de Villafranca, Volga Ramírez, entre otros.
La alcaldesa elogió la rápida acción del personal de la residencia, destacando que "ha habido más humo que fuego". Aseguró que las auxiliares hicieron una llamada inmediata al 112, lo que permitió una pronta respuesta de los servicios de emergencias, además de la colaboración de los vecinos de la comunidad que también se sumaron a las labores de rescate.
Con la intención de brindar apoyo a los familiares de las víctimas, el Ayuntamiento ha habilitado un punto de atención y un número telefónico de información disponible.
En medio de esta tragedia, Jorge Azcón visitó la residencia para transmitir su pésame a las familias afectadas y para conocer de primera mano los detalles del incidente. Otros miembros del Gobierno de Aragón también hicieron acto de presencia, incluyendo al consejero de Hacienda, Roberto Bermúdez de Castro, y la vicepresidenta Mar Vaquero, quienes se unieron al sentimiento de luto y apoyo.
Este trágico suceso ha resonado más allá de la comunidad aragonesa, con condolencias expresadas incluso por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, así como por otros ministros y líderes políticos como Alberto Núñez Feijóo.
Este incendio no es un incidente aislado, ya que rememora una tragedia ocurrida en 2015 en la residencia Santa Fe en Cuarte de Huerva, donde otro incendio cobró la vida de ocho personas. Las secuelas de esos eventos llevaron a medidas más estrictas de seguridad y a la clausura de varias residencias en Aragón tras una serie de inspecciones posterior al siniestro.
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