En Zaragoza, los representantes del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) han denunciado la precaria situación laboral y las condiciones deterioradas en las que se encuentra el centro desde hace años.

En una rueda de prensa en CCOO Aragón, han responsabilizado al Gobierno de Aragón y han solicitado una reunión formal para discutir las reformas necesarias que permitan restablecer al CITA como líder en investigación agroalimentaria.

Los trabajadores también exigen el cumplimiento de compromisos como la carrera investigadora y el complemento de atención continuada.

Después de estar bajo el Departamento de Ciencia, Universidad y Sociedad de la Información durante dos décadas, el CITA fue trasladado al Departamento de Agricultura al inicio de la actual legislatura, sin dirección durante varios meses.

Recientemente, el centro fue reasignado al Departamento de Empleo, Ciencia y Universidades, lo que evidencia, según el CITA, la falta de compromiso del Gobierno de Aragón con el centro y sus casi 300 empleados.

Ante la renuncia del director gerente, efectiva el próximo 29 de octubre de 2024, la incertidumbre sobre quién asumirá la dirección genera preocupación y dificulta la gestión de los proyectos en curso.

Los representantes del CITA piden una dirección técnica estable, que busque una gestión eficiente del centro y sus recursos, y critican la temporalidad en los cargos políticos.

Además, denuncian la situación de las infraestructuras obsoletas del centro, que ponen en peligro la seguridad de los empleados y dificultan la labor investigadora.

CCOO también ha señalado la excesiva burocracia, la lenta renovación de personal y la falta de coordinación entre departamentos como obstáculos para la actividad investigadora.

La ineficaz gestión de la DGA impide cubrir vacantes y la escasez de personal afecta la capacidad del CITA para responder a las demandas del sector agroalimentario aragonés.

Los investigadores del CITA reclaman la aprobación de un decreto que regule la carrera científica, pendiente desde hace casi dos décadas, para evitar la fuga de talento a otros centros y fortalecer al CITA frente a otras comunidades autónomas.