En la ciudad de Zaragoza, Renfe ha dado un importante paso hacia la sostenibilidad al poner en funcionamiento placas fotovoltaicas en su Base de Mantenimiento. Estas placas permitirán optimizar el consumo eléctrico del taller con recursos propios, contribuyendo así a la reducción de la huella ambiental de la instalación.

Este proyecto, financiado con Fondos NextGenerationEU, permitirá cubrir el 38% de las necesidades de energía eléctrica del taller con energía solar. Zaragoza alberga una Base de Mantenimiento de primer nivel de Renfe, donde se realizan revisiones periódicas de vehículos y trabajos de reparación y mantenimiento del material ferroviario.

Renfe está impulsando en este taller varios proyectos de modernización y sostenibilidad energética, como la reciente instalación de las placas fotovoltaicas. Este paso, financiado también con Fondos NextGenerationEU en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, refleja el compromiso de la compañía con la transición hacia un modelo más sostenible.

Con la instalación de 216 paneles fotovoltaicos, de 555 W cada uno, el taller de Zaragoza podrá cubrir una parte significativa de sus necesidades de energía eléctrica a través del autoconsumo de energía fotovoltaica. Esto se traduce en un ahorro de 111.577 kWh/año y una reducción tanto del consumo demandado a la red como de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La Base de Mantenimiento de Renfe en Zaragoza no solo destaca por su compromiso con la sostenibilidad, sino también por su impacto en el empleo en la zona. Con un centenar de empleos entre directos e indirectos, la instalación está llevando a cabo otras actuaciones de modernización que se materializarán en un futuro cercano, como la instalación de un nuevo tren de lavado más eficiente o la renovación de puertas y plataformas de acceso.

Este proyecto forma parte de un plan más amplio de Renfe, que contempla la instalación de placas solares en nueve bases de mantenimiento en toda España. Con una inversión total de 12 millones de euros, se espera que este proyecto genere un ahorro de 3,8 millones de euros al año, demostrando que la apuesta por la sostenibilidad también puede traducirse en beneficios económicos a largo plazo.