ZARAGOZA, 4 de noviembre. En un panorama alentador para la gestión hídrica, la Cuenca del Ebro reporta un almacenamiento de agua embalsada de 5.618 hectómetros cúbicos, lo que equivale al 72% de su capacidad total, de acuerdo con la información proporcionada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en esta fecha.
Este dato representa una mejora notable de 226 hectómetros cúbicos en comparación con la semana anterior, además de casi duplicar el porcentaje de reservas que se registraban en 2023, cuando se encontraban en un preocupante 38,9% con un total de 3.032 hectómetros cúbicos. Al observar el promedio de los últimos cinco años, desde 2019 hasta 2023, se contabiliza una cifra de 3.684 hectómetros cúbicos, lo que equivalía al 47,2% de la capacidad.
La situación actual no solo supera el promedio de los últimos cinco años, sino que también se posiciona por encima de los niveles de 2023 y de los mínimos alarmantes registrados en 2022, lo que sugiere un camino hacia una recuperación en la gestión de recursos hídricos.
En particular, en la margen derecha de la cuenca, las reservas alcanzan los 348 hectómetros cúbicos, representando un 51% de su capacidad máxima, lo que indica una clara mejora respecto al año pasado, cuando la cifra era de 240 hectómetros cúbicos, es decir, un 35% de la capacidad total.
Por otro lado, es significativo mencionar que la energía hidroeléctrica potencialmente disponible en esta época asciende a 2.937 gigavatios-hora (GWh), lo que representa un 64% de la capacidad máxima de la cuenca. Este potencial no solo es un indicador de la salud de los recursos hídricos, sino que también resalta la importancia de invertir en energías renovables y en una gestión sostenible del agua.
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