ZARAGOZA, 20 de noviembre.
La talentosa fotógrafa Lorena Cosba, originaria de Huesca y nacida en 1979, inaugura su nueva exposición titulada 'Asombrario', que se exhibe en la sala Juana Francés de la Casa de la Mujer del Ayuntamiento de Zaragoza. En esta interesante muestra, Cosba se sumerge en la historia de Genoveva Grau, considerada una de las pioneras de la fotografía en Aragón. A través de sus iniciales, que eran comunes entre las mujeres del siglo XIX, Grau dejó un legado visual notable al retratar meticulosamente la flora de su tierra natal, el Valle de Isábena, estableciendo así el archivo botánico más extenso de la Ribagorza.
Sin embargo, lo intrigante de esta propuesta radica en que Genoveva Grau es un personaje ficticio creado por Cosba para abordardel tema de las numerosas mujeres anónimas que, a lo largo de la historia, han sido injustamente relegadas al olvido. La exposición se convierte en un acto de reivindicación de aquellas que, aunque no figuran en los anales de la historia, desempeñaron roles fundamentales en sus comunidades.
Esta significativa muestra, que abrirá sus puertas este miércoles por la tarde y estará disponible para el público hasta el 31 de enero, exhibe el trabajo de esta mujer imaginaria y lo presenta en un recorrido visual repleto de flores, plantas y semillas. La investigación que dio origen a 'Asombrario' comenzó en 2019, cuando Cosba y un grupo de colaboradoras se propusieron rescatar la memoria de las primeras fotógrafas aragonesas.
El proceso de investigación los llevó a explorar archivos familiares y personales, hemerotecas y fototecas. En una de sus visitas a la Fototeca de Huesca, Cosba encontró una caja cuya antigüedad parecía remitir a la mitad del siglo XIX. En su interior, halló unos inusuales ferrotipos, cuya autoría permanecía en misterio, ya que solo se identificaban con las iniciales G.G.
Con la colaboración del equipo de la fototeca, Cosba tuvo acceso a la caja original, descubriendo en su interior variopintos hallazgos: fotografías de paisajes, retratos de un grupo de mujeres, láminas botánicas, un viejo mapa de la Ribagorza con una zona destacada, una libreta en mal estado llena de anotaciones y una llave. Cada uno de estos elementos será parte integral de la exposición.
En el folleto que acompaña la exhibición, Cosba revela que algunos de los paisajes capturados son reconocidos por ella, siendo el Valle de Isábena un lugar que guarda una conexión especial con su familia materna, lo que la llevó a embarcarse en una profunda investigación.
“Inicié una búsqueda incansable en la Ribagorza, explorando archivos históricos, árboles genealógicos y bibliotecas con el fin de descubrir la identidad de G.G., quien sospechamos que era una mujer”, expone Cosba. “Guiados por un mapa de 1885 como nuestra única pista, dedicamos casi dos años a recorrer caminos y despejar zarzales, levantando cada piedra en el proceso”, añade.
A partir de esas indagaciones, Cosba elabora una narrativa que ilustra la vida de muchas mujeres que, a pesar de su significativo trabajo, permanecieron invisibles en su tiempo, lo que ella señala como una forma de "violencia" hacia su legado.
El panorama del siglo XIX estaba marcado por la costumbre de que las mujeres firmaran con iniciales o pseudónimos, un hecho que, aunque común, pone de relieve la lucha por el reconocimiento. 'Asombrario' busca dar identidad a estas creadoras anónimas, exhibiendo los elementos de aquella caja enigmática, junto con fotografías, plantas y bodegones que evocan la naturaleza. La exposición puede ser visitada en la Casa de la Mujer hasta el 31 de enero, convirtiéndose en una invitación a reflexionar sobre la historia de las mujeres en el arte y la ciencia.
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