ZARAGOZA, 26 de diciembre. Un avance significativo en la protección y promoción de productos locales se ha producido recientemente en Aragón. Este jueves, el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Javier Rincón, emitió una orden que otorga a la marca 'Trufa de Teruel' el estatus de Protección Nacional Transitoria (P.N.T.). Este distintivo permitirá que este exquisito producto sea comercializado con la reconocida Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.), garantizando así su calidad diferenciada en el mercado.
El consejero Rincón destacó la importancia de esta medida, declarando que "la Trufa Negra de Teruel, a partir de hoy, cuenta con la Protección Nacional Transitoria, un sello que valida la autenticidad y la calidad de este producto, originario de Teruel". Esta variedad, conocida científicamente como 'tuber melanosporum vitt' y comúnmente reconocida como trufa negra de invierno, recibe así un respaldo institucional que resalta su valor.A través de esta protección, se busca asegurar a los consumidores la veracidad y la calidad superior de un producto que se ha convertido en un emblema gastronómico de la región.
La firma de esta orden cumple con el compromiso adquirido por Rincón a principios de diciembre en Sarrión, durante la inauguración de la XXIII edición de Fitruf, la feria dedicada a la trufa negra. En esa ocasión, el consejero había prometido que la trufa de Teruel "contará con la Protección Nacional Transitoria antes de que termine el año 2024", lo que enmarca esta acción dentro de un plan más amplio para impulsar el reconocimiento de este producto en el ámbito nacional e internacional.
Rincón, acompañado por la directora general de Innovación y Promoción Alimentaria, Amparo Cuéllar, expuso que si se logra validar la IGP en Europa, la Trufa de Teruel se convertirá en el primer hongo español con un distintivo de calidad. Hasta la fecha, no existe ninguna IGP ni Denominación de Origen (D.O.) que abarque productos similares en el país, lo que pone de manifiesto la singularidad y el potencial de la trufa aragonesa.
Como parte del evento, se firmó un protocolo de colaboración entre Rincón y el presidente de la Diputación Provincial de Teruel, Joaquín Juste, así como el presidente de la Asociación de Trificultores y Recolectores de Trufa de Teruel (Atruter), Daniel Brito. Este acuerdo tiene como objetivo promover la Trufa de Teruel, resaltando su papel crucial en el desarrollo económico y social de la provincia. Rincón subrayó que este producto no solo ha puesto a Teruel en el mapa global, sino que también ha enriquecido la gastronomía y el sector alimentario de Aragón de manera excepcional.
El consejero señaló con entusiasmo que la inclusión de la trufa en el catálogo de productos de calidad de Aragón enriquece aún más la diversidad culinaria de la comunidad, destacando que este sello distintivo es testimonio de la creciente oferta de productos de calidad en la región.
La figura de la Protección Nacional Transitoria se enmarca dentro de los procesos de registro para una D.O.P. o I.G.P., y es una protección voluntaria que las agrupaciones de productores pueden solicitar, ya sea a la Consejería correspondiente o al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, en función de si el impacto se limita a una única comunidad autónoma o se extiende más allá de sus fronteras. Esta protección nacional se otorga incluso cuando la D.O.P./I.G.P. no ha sido registrada a nivel comunitario, asegurando de esta manera la defensa del producto en todo el territorio español.
En la actualidad, el registro para la I.G.P. de la Trufa de Teruel se encuentra bajo revisión en Europa, por lo que aún no se puede precisar cuándo se dará por cerrado el expediente. Esta incertidumbre no ha desalentado a los cultivadores y promotores, quienes ven en este proceso una oportunidad valiosa para consolidar su producto estrella en el mercado europeo.
En términos de producción, Aragón destaca con un total de 109.000 kilos de trufa cultivada en 10.500 hectáreas, de las cuales 9.300 corresponden a cultivo en secano y 1.200 a regadío. Teruel se erige como la principal productora, albergando más de 8.800 hectáreas que representan el 83,5% de la superficie trufícola de la región, con una producción de 83.040 kilogramos en 2023, lo que equivale al 76% de la producción total aragonesa.
Por su parte, la provincia de Huesca dedica 1.232 hectáreas a la producción de trufa, generando casi 15.000 kilos, lo que representa el 15% del total aragonés, mientras que Zaragoza aporta 475 hectáreas, produciendo algo más de 11.000 kilos, equivalentes al 10% de la producción de la comunidad.
Aragón, rica en tradición y sabor, cuenta con seis distintivos de calidad alimentaria. En el ámbito de las Denominaciones de Origen Protegidas, se encuentran doce marcas, entre ellas siete dedicadas al vino y otras seis que engloban productos alimentarios como el Jamón de Teruel y el Melocotón de Calanda.
A la lista se añade el Aceite del Somontano, actualmente en proceso de registro. En cuanto a las Indicaciones Geográficas Protegidas, Aragón alberga seis I.G.P. relacionadas con el vino y una serie de I.G.P. para otros alimentos, entre los que destaca la Trufa Negra de Teruel, que está en fase de registro.
Finalmente, además de las D.O.P. e I.G.P., Aragón también se enorgullece de contar con otras figuras de calidad diferenciada, como el sello de Artesanía Alimentaria de Aragón, que agrupa a más de un centenar de empresas y tres maestros artesanos, así como la marca C'Alial y el Registro de Producción Integrada de Vegetales (REPIA), que tiene más de 300 productores. Todo esto reafirma el compromiso de Aragón con la calidad y la sostenibilidad en su sector alimentario.
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