La sede de la Cámara de Comercio de Zaragoza reabre este mes después de un incendio.

La sede de la Cámara de Comercio de Zaragoza ha reabierto sus puertas en el paseo Isabel La Católica después de diez meses de trabajos de rehabilitación debido a un incendio ocurrido en junio del año pasado. Aunque la mayoría de la plantilla ya ha regresado, se espera que todos estén instalados para el 15 de mayo.

El incendio, causado por la caída de dos rayos, afectó principalmente al hall y al salón de plenos del edificio, que está catalogado como Bien de Interés Cultural. Desde entonces, se ha trabajado en la limpieza y recuperación del edificio para devolverle su esplendor habitual, según han informado desde la entidad.

Las oficinas ya están funcionando con normalidad para los empleados, pero las obras en el hall y en el salón de plenos continuarán hasta finales de junio. Por otro lado, la rehabilitación del salón de actos de la planta baja se ha pospuesto para más adelante.

El presidente de Cámara Zaragoza, Jorge Villarroya, ha expresado su satisfacción por poder volver a la sede tras un año complicado y ha destacado la importancia de la solidaridad y el apoyo recibidos durante este tiempo.

Tras el incendio, la Cámara de Comercio lanzó una campaña para recaudar fondos y recuperar su esplendor. La respuesta del entorno empresarial ha sido positiva y el proceso de colaboración sigue en marcha.

Villarroya ha agradecido las aportaciones de empresas, entidades y particulares, así como el apoyo recibido para mantener la actividad de la Cámara. Ha destacado el papel crucial de la institución como enlace entre el tejido empresarial, la sociedad y las administraciones, especialmente para las pymes.

La rehabilitación de la sede de la Cámara de Comercio se ha realizado con la intención de seguir contribuyendo al crecimiento de la provincia y de Aragón en su conjunto. Esta etapa de recuperación ha demostrado la importancia y el valor de la institución en la comunidad empresarial de Zaragoza.

Villarroya ha concluido que la Cámara es un símbolo de servicio a la ciudad y que, una vez finalizada la rehabilitación, seguirán trabajando para ser un referente para las empresas y sus líderes. La sede, catalogada como Bien de Interés Cultural, es un edificio icónico para la ciudad que representa la historia y la importancia de la Cámara en la sociedad zaragozana.