La planta depuradora de Panticosa está a un paso de concluir sus obras y comenzará a funcionar en primavera.
Las obras para la nueva depuradora en Panticosa han alcanzado un importante hito, encontrándose actualmente al 80% de su finalización. Los colectores que darán soporte a esta crucial infraestructura se están completando y ya se han instalado todos los equipos electromecánicos necesarios para su funcionamiento adecuado.
Aunque se ha avanzado significativamente, aún queda trabajo por hacer. Los equipos técnicos se centran ahora en finalizar las labores de calderería dentro de la planta, así como en la instalación eléctrica y la urbanización del terreno circundante. Se espera que, una vez concluidos estos trabajos, la depuradora esté operativa a comienzos de la próxima primavera, marcando un avance importante en la gestión de aguas residuales en la región.
Este ambicioso proyecto no solo beneficiará a Panticosa, sino que se extenderá para dar servicio a un total de cinco localidades del Pirineo Aragonés: Tramacastilla de Tena, Sandiniés, Escarrilla y el Pueyo de Jaca, convirtiéndose en un ejemplo de colaboración intermunicipal en la gestión ambiental.
Cabe destacar que esta depuradora representa la inversión en depuración más significativa que queda por realizar en Aragón. El proyecto de la aglomeración de Panticosa está diseñado para gestionar hasta 9,800 habitantes equivalentes y tiene un presupuesto de 9.6 millones de euros, subrayando la importancia de la modernización de la infraestructura hídrica en la región.
La tecnología que se implementará en la depuradora es un sistema de reactor biológico secuencial, conocido como SBR por sus siglas en inglés. Esta avanzada técnica no solo optimiza el uso del espacio, algo esencial debido a la complicada orografía del terreno, sino que también es ideal para adaptarse a la variabilidad de la carga contaminante, un factor crítico en una zona caracterizada por su significativa estacionalidad.
El diseño de los colectores, que conectan los puntos de vertido con la depuradora, presenta un grado de complejidad notable y representa el 50% del costo total del proyecto. Este aspecto ha planteado importantes desafíos técnicos durante la ejecución de la obra, lo que pone de relieve el esfuerzo y dedicación de los equipos involucrados.
En la actualidad, se está llevando a cabo la conexión del colector de Escarrilla a la estación depuradora. Este avance es especialmente significativo, ya que evitará que las aguas residuales se viertan en un tramo del río Gállego, que es muy concurrido por barranquistas y usuarios de la vía ferrata, protegiendo así no solo la salud ambiental, sino también la experiencia recreativa de quienes disfrutan de este bello entorno pirenaico.
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