La emblemática Ofrenda de Frutos de Zaragoza ha vuelto a llenar las calles de la capital aragonesa con colorido y música en un acto de solidaridad y reivindicación de nuestras tradiciones. La alcaldesa Natalia Chueca y el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, han sido los encargados de dar inicio a esta festividad.

En una mañana con cielo nublado y temperatura agradable, las diferentes casas regionales y grupos participantes han desfilado con orgullo y emoción, mostrando lo mejor de sus folclores en una ofrenda solidaria que busca superar la cifra de alimentos donados del año anterior.

Desde tempranas horas, trajes regionales, cestas de alimentos e instrumentos musicales se han congregado en la plaza de Santa Engracia para iniciar un desfile ordenado por el Paseo de la Independencia, con la participación especial de distritos y barrios rurales de Zaragoza.

La alcaldesa Chueca ha resaltado la importancia de ampliar esta iniciativa solidaria, sumando la participación de vecinos de todos los barrios y distritos, en colaboración estrecha con las casas regionales. Por su parte, el presidente Azcón ha manifestado su confianza en el crecimiento y éxito futuro de la Ofrenda.

Miles de espectadores han acompañado el desfile, capturando con sus móviles los coloridos trajes regionales y aplaudiendo con entusiasmo los dances presentados. La participación de numerosas comunidades autónomas ha enriquecido la ofrenda con productos locales y manifestaciones culturales diversas.

Empresas aragonesas han mostrado su apoyo llevando una variedad de productos emblemáticos de la región ante la Virgen del Pilar. La presencia del presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, con un atuendo del siglo XIX, ha resaltado el carácter histórico y solidario de la cita.

La Ofrenda ha contado con la participación de grupos representantes de diversos países hispanohablantes, sumándose a la expresión de solidaridad y devoción por la Virgen del Pilar. En la Basílica, diferentes grupos oferentes se han unido en un acto de agradecimiento por la generosidad y solidaridad de esta celebración, mientras el templo recibía peregrinos de distintas partes del mundo en una jornada única de encuentro y tradición.