En Zaragoza, la crecida del río Ebro ha comenzado a afectar a las fincas cercanas al río en Pina de Ebro, en la Comarca Ribera Baja, durante la tarde del viernes. A pesar de esto, el alcalde de la localidad, Pablo Blanquet, ha asegurado que no hay peligro para ninguna zona.
Blanquet también ha informado que se han revisado todas las motas y los puntos más vulnerables como medida preventiva, aquellos que han sido afectados en inundaciones anteriores.
No se ha requerido la evacuación de ninguna explotación y no se anticipan daños en el centro urbano de Pina de Ebro, lo que genera cierta calma con respecto al pronóstico inicial, ya que esta crecida se sitúa en el límite entre una avenida ordinaria y una extraordinaria.
El alcalde ha observado que, a pesar de la disminución del caudal de las crecidas, los daños y la movilización de efectivos son cada vez mayores, un aspecto sobre el cual cree que se debe reflexionar.
La consejera de Presidencia, Interior y Cultura, Tomasa Hernández, ha comunicado que el Puesto de Mando Avanzado (PMA) se ha trasladado de Luceni a Pina de Ebro, donde ya ha sido instalado, según lo confirmado por Blanquet.
Cerca de un centenar de efectivos han sido activados, incluidos unos 50 de la Unidad Militar de Emergencias (UME), junto con bomberos de la Diputación de Zaragoza y técnicos y voluntarios de Protección Civil, quienes se están desplazando a las localidades de la Ribera Baja.
Blanquet ha explicado que, de acuerdo con las previsiones, esta crecida no será un pico repentino, sino que se mantendrá durante varias horas hasta la madrugada del sábado, con un caudal estimado de alrededor de 1.600 metros cúbicos por segundo.
En relación a los municipios cercanos a Pina de Ebro, el alcalde mencionó que se han registrado pequeños problemas con una mota en Villafranca y en Fuentes, pero nada significativo.
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