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La alcaldesa de Villafranca de Ebro, Volga Ramírez, expresa su dolor por la pérdida de conocidos: "Aquí todos somos como una familia".

La alcaldesa de Villafranca de Ebro, Volga Ramírez, expresa su dolor por la pérdida de conocidos:

La comunidad de Villafranca de Ebro, situada en Zaragoza, aún se encuentra bajo el impacto emocional tras el devastador incendio que el pasado viernes arrasó la residencia de mayores Jardines de Villafranca, resultando en la triste pérdida de diez vidas y dejando a dos personas heridas. La alcaldesa del municipio, Volga Ramírez, compartió su profundo dolor con Europa Press, expresando que "duele, es gente que conoces porque aquí todos somos medio familia". En sus palabras se entrelazan la consternación y la cercanía que caracteriza a esta pequeña localidad.

Al rememorar las caóticas horas del incendio, Volga revela la confusión que experimentó: "Ayer, como estuve de aquí para allá, pues tampoco te enteras mucho, pero la cabeza es muy mala y ahora estás dándole vueltas a todo. Porque, a ver, es gente que conoces y duele", confiesa, dibujando un retrato vívido de su lucha interna para procesar la situación.

El efecto del trauma ha dejado a la alcaldesa con vacíos en su memoria sobre los momentos críticos que vivió. "Es que no sé cómo lo he hecho. Te lo juro, ¿eh? Que no lo sé. Porque me dicen cosas que sucedieron que yo ni me acuerdo", admite, tratando de hacer sentido de un trauma en el que su determinación le llevó a actuar a pesar del caos. "Y nada más", añade, mostrando la resiliencia que la caracteriza.

Junto a su esposo, Volga fue una de las primeras personas en acudir al lugar de la tragedia, enfrentándose a la densa cortina de humo que envolvía la residencia. "Mi marido está bien, pero en ese momento, la segunda vez que entró --guiado por las trabajadoras--, lo primero que pensé, ¡que aún no ha cobrado el primer mes de jubilación! Te lo juro, eh, dije, jolín, acaba de jubilarse el pobre y ya empezamos", recuerda, destacando la urgencia de ayudar a quienes se encontraban en peligro y cómo la humanidad prima en momentos críticos.

La alcaldesa dejó claro que la población está profundamente afectada, explicando que esta es una tragedia que resuena de manera diferente en una comunidad pequeña: "Cambios completamente" se perciben en un lugar donde todos se conocen, donde las relaciones son más que vecindad. Ramírez enfatiza el vínculo intrínseco que existe entre los residentes de la residencia y los habitantes de Villafranca, quienes mantienen una conexión a través del día a día.

"Los conoces y convives con ellos. Es que, a ver, llega Reyes y vamos allí, son unos más en el pueblo", menciona Volga, añadiendo que muchas trabajadoras de la residencia son de la propia comunidad. El intercambio diario de sonrisas y saludos significa que la tragedia ha golpeado no solo a las víctimas, sino también al tejido mismo de la comunidad.

Entre los cercanos, Fernando, un residente habitual que solía cruzarse con la alcaldesa, se ha convertido en un recordatorio de la cercanía que el municipio enfrenta. "Ayer pues claro, cuando lo vi, pues me eché a llorar, normal. Estás todos los días con él", comparte Volga, evidenciando el impacto emocional mismo que el fuego ha tenido entre los que viven allí.

Durante estos momentos de angustia, Volga se dedicó a confortar a aquellos familiares que, en medio del caos, no sabían si sus seres queridos estaban entre las víctimas. "Hay familias y personas que sí conoces, otras no porque son las que no salen nunca", narra, describiendo cómo la angustia colectiva fue visible, en particular al buscar a una amiga de toda la vida. "Y ya cuando la vi me quedé un poco más tranquila", recuerda con un suspiro de alivio.

El apoyo mutuo en la comunidad fue evidente cuando la alcaldesa también asistió a un punto de atención establecido para los familiares, donde aclamó el comportamiento ejemplar de quienes acudieron en busca de respuestas. "Les dimos el pésame, muchas de ellas me conocen", comentó, subrayando el lazo humano que les une.

El sentido de pertenencia a esta cuidadora comunidad impulsó al Ayuntamiento a planear una visita a los residentes que han sido reubicados en el centro de Valentia Huesca, manifestando así su compromiso con el bienestar de todos aquellos que fueron afectados por el incendio. "Hoy el Ayuntamiento vamos a Huesca a verlos, estaremos un ratito allí a ver cómo se encuentran después de lo ocurrido", agrega, reafirmando la solidaridad que prevalece en Villafranca.

El impacto del incendio ha trascendido las fronteras locales, generando muestras de condolencias desde rincones inesperados del país e incluso del extranjero. "Nos han llegado muestras de pésame de toda España, hasta de Nueva York, de Filadelfia", afirmó Volga, aprehendiendo la conexión humana que surge del sufrimiento compartido. "Hasta que no nos lo digan, no lo sabemos", añade, reflejando la angustia que persiste en el aire.

En este contexto, la Guardia Civil ha intensificado la investigación, contando con la colaboración de un equipo especializado llegado de Logroño para determinar las causas del devastador incidente. "Ya no nos han dejado entrar, no dejan entrar a nadie. A mí tampoco. No podemos ni pasar por la calle", comenta la alcaldesa, revelando la tensión que aún pesa sobre la comunidad.

Respecto a los heridos, la situación se mantiene delicada. Una de las personas afectadas permanece ingresada en planta en el Hospital Royo Villanova, mientras que la otra sigue en la UCI, en estado grave pero estable, dejando a la población expectante y con la esperanza de una pronta recuperación.